Cada dos días un nuevo milmillonario en el mundo. El número de personas cuyas fortunas superan los 1.000 millones de dólares alcanzaron en 2017 su máximo histórico, lo que supone su mayor aumento anual desde que hay datos, según el último informe de Oxfam, en el marco del Foro Económico Mundial.

El informe, titulado “Premiar el trabajo, no la riqueza” y realizado con los datos del Global Weatlh Databook 2017 de Credit Suisse, señala que actualmente hay 2.043 milmillonarios en todo el mundo, de los cuales 9 de cada 10 son hombres. Su riqueza ha experimentado un gran crecimiento el año pasado, hasta llegar a 762.000 millones de dólares, una cantidad que sería suficiente para terminar hasta siete veces con la pobreza extrema en el mundo.

La directora ejecutiva internacional de Oxfam, Winnie Byanyima, destaca el aumento de la desigualdad: "El año pasado, el 82 por ciento de la riqueza total creada fue capturada por el 1 por ciento, y el 50 por ciento más pobre del mundo -3.700 millones de personas- no obtuvieron nada, el cero por ciento de esa nueva riqueza".

Para erradicar la actual crisis de disparidad en el reparto de la riqueza, el informe demanda salarios y trabajos digno: “La economía del 1% más rico se construye a expensas de trabajos mal pagados, a menudo ocupados por mujeres, que reciben salarios miserables sin que se respeten sus derechos fundamentales”. La ONG pide a los gobiernos que garanticen que las economías funcionen para todas las personas, no solo para una minoría, y pongan en marcha medidas para limitar los dividendos además de garantizar salarios dignos.

Además, el estudio señala que los salarios aumentaron de media un 2% anual entre 2006 y 2015, mientras que la riqueza de quienes poseen más de 1.000 millones de dólares se incrementó un 13%.

Oxfam Intermon, "Premiar el trabajo, no la riqueza".

La recuperación económica en España premia más a los ricos

Oxfam Intermon denuncia que la recuperación económica española ha premiado cuatro veces más a los ricos que a los pobres. Según el informe, el 1% de la población española que más tiene acapara la cuarta parte de la riqueza nacional. Como consecuencia, sitúa a España como el tercer país más desigual de toda la Unión Europea, por detrás de Rumanía y Bulgaria, y empatado con Lituania.

Pese a la mejora de la economía, la remuneración de los trabajadores está lejos de recuperar los niveles de 2009. Mientras la productividad por hora trabajada ha aumentado un 6% desde 2012, el coste salarial por hora apenas ha aumentado un 0,6%, es decir, diez veces menos.