En vísperas de las fiestas navideñas, el sector de la hostelería preveía contar con una óptima recaudación tras una Navidad 2020 donde las restricciones de aforo y movilidad por el territorio enturbiaron las tradicionales comidas y cenas familiares. Sin embargo, la variante Ómicron ha modificado estas previsiones en las últimas jornadas.
Cancelaciones de los clientes, reducciones de aforo o posibles cierres de interiores hacen que esta situación sea imposible de planificar por parte de las empresas hosteleras. ¿España ha recuperado los niveles prepandemia como indica Nadia Calviño? ¿Y en la hostelería? Se lo preguntamos a nuestro invitado capital: Emilio Gallego, secretario general de la Confederación Empresarial de Hostelería de España (CEHE).
Hablamos con Emilio Gallego, secretario general de la Confederación Empresarial de Hostelería de España (CEHE), sobre la situación del sector en estas fechas navideñas tras el repunte de casos por la variante Ómicron.
"Vamos a cerrar un 2021 donde los efectos de las restricciones y la falta de movilidad internacional hacen que no lleguemos ni de lejos a las cifras de 2019", indica Gallego. Según previsiones de la CEHE, el sector hostelero va a cerrar con una caída del 25-30% con respecto a la facturación habitual en años prepandemia. Este descenso provoca que, de cara al 2022, recuperar los números anteriores al COVID-19 sea muy complicado. "La normalidad no se contempla hasta 2023", afirma Gallego.
Grandes preocupaciones del sector
Esto se debe también a los elevados costes a los que tiene que hacer frente la hostelería española. Según el anuario de la CEHE, son tres las grandes preocupaciones de los empresarios del sector. "Lo que más nos preocupa es el precio de la energía, el incremento de costes de las materia primas y la tensión de la presión salarial".
En cuanto al empleo, la tendencia de los últimos meses es más positiva de lo esperado, pese a las dificultades que atraviesa el sector. "Ha habido una recuperación importante de puestos de trabajo", aunque Gallego indica que aún hay muchas empresas que están trabajando a pérdidas. De hecho, el año va a concluir con una pérdida neta de 277.000 empleos.