Este lunes amanecíamos con el anuncio de la muerte del expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter a los 100 años después de varios meses alejado de la escena pública por su delicada salud. Carter, del partido demócrata, gobernó durante cuatro años, entre 1977 y 1981, en un periodo de gran tensión en el marco de la Guerra Fría y una era de transición en Estados Unidos por las dificultades económicas.

Los grandes hitos de la presidencia de Jimmy Carter

El presidente que cambió la política exterior de Estados Unidos ha fallecido a los 100 años durante la noche del domingo

Una Administración centrada en la política exterior

Tras la recesión económica que sacudió al país entre 1973 y 1975 derivada de la crisis del petróleo de 1973, el PIB de Estados Unidos comenzaba a crecer nuevamente, aunque a un ritmo lento y con la inflación y el desempleo por las nubes. En 1980, de hecho, la inflación superaría el 13%, según el Banco Mundial. La tasa de paro llegaría al 8,5% en 1981.

Todo un cisma que coincidiría con la crisis energética de 1979, causada por los altos precios de los combustibles y su escasez generalizada.

Esta mezcla de obstáculos serían un caldo de cultivo perfecto para que la popularidad de Carter cayera en picado hasta terminar perdiendo los comicios de 1980. Eso sí, durante su mandato Carter intentaría reactivar la economía con una política de austeridad fiscal que continuaría durante la siguiente década y una política energética nacional para hacer frente a la crisis y aumentar la producción de petróleo.

Cuando Carter llegó a la Casa Blanca, Estados Unidos se había vuelto dependiente del petróleo extranjero. Durante su Administración, la energía se había vuelto cara y el consumo nacional doblaba al de otras naciones desarrolladas. El entonces presidente crearía el Departamento de Energía y plantearía la energía nuclear y otras formas de energía renovable como una solución. Además, adoptaría una ética de conservación personal de la energía que se convertiría en su distintivo.

Carter tuvo que lidiar con una crisis similar a la de 2022, tras el estallido de la guerra en Ucrania, pero no fue el único paralelismo que se encontraría con el contexto geopolítico actual.

Corría septiembre de 1978 cuando alcanzaría uno de sus hitos más grandes: la firma en Camp David, del acuerdo entre Egipto e Israel para detener 31 años de guerra.

Además, la política exterior estadounidense viraría hacia la conservación de los derechos humanos. Tanto que la crisis de los rehenes en Irán sería, a la postre, una de las grandes causas de su no reelección y pérdida de popularidad.

Declararía, en 1980, una política de brazos abiertos para los migrantes cubanos que participaron en el llamado ‘Éxodo de Mariel’. Lograría cooperar con China y establecer relaciones diplomáticas formales. Además, negociaría para que el Canal de Panamá estuviera bajo el control del país centroamericano.

Todos estos esfuerzos le llevarían a ganar el Premio Nobel de la Paz en 2002.