El crecimiento de la economía mundial experimentará una desaceleración gradual hasta el 3,4% el año que viene, pero, según el equipo de Estrategia de Mercados de Banca March, ello no implicará el final del ciclo expansivo. Si bien en junio de 2019 el ciclo actual en Estados Unidos se convertirá en el más largo de la historia, hay que tener en cuenta que la recuperación de la economía ha sido mucho más moderada que en ciclos expansivos pasados. Además, tanto en Europa como en Japón el ciclo no es tan maduro y queda recorrido. La experiencia vivida en países como Canadá o Australia demuestra que los ciclos no mueren por el mero hecho de que sean muy largos.



El ciclo económico actual presenta características únicas, tales como una mayor deuda global, balances de los bancos centrales expandidos y reducidas tasas de inflación. Otra característica destacable es la pobre recuperación de la productividad, que podría mejorar si los países emergentes, que suponen un 60% del PIB mundial emprenden reformas estructurales e incrementan la inversión en I+D.  “A pesar de la realidad de un ciclo maduro en Estados Unidos y del incremento de la incertidumbre política, sus indicadores de ciclo todavía asignan bajas posibilidades a que se produzca una recesión en los próximos meses”, asegura Joan Bonet, director de Estrategia de Mercados de Banca March.

Banca March prevé que, a lo largo de 2019, la economía mundial se mantendrá en expansión y que las principales economías mantendrán un ritmo de actividad sostenido. Sin embargo, el contexto macroeconómico continuará marcado por el deterioro de las condiciones de financiación y el riesgo geopolítico. Respecto al enfrentamiento comercial entre Estados Unidos y China, Bonet señaló que el resultado de la última cumbre del G-20 supone un buen comienzo para que las tensiones se vayan relajando a lo largo del próximo ejercicio.

En Europa, la agenda política y el Brexit, en especial, continuará acaparando la atención de los mercados a la espera de que el Parlamento británico ratifique un acuerdo de mínimos con la Unión Europea. Aunque el equipo de expertos de Banca March ve una salida del Reino Unido suave como el escenario más probable, en los primeros meses de 2019 persistirá la incertidumbre hasta que se verifique el desenlace final. Un escenario de Brexit duro sería muy desfavorable y contraería el PIB británico más de un 2% en 2020 y cercenaría cerca de un 0,2% a la economía española.

Economía española

El equipo de Estrategia de Banca March proyecta un leve retroceso de la actividad económica en España, con un crecimiento estimado del 2,3% para el año que viene, frente al 2,5% esperado para 2018. Una cifra, que sin embargo, continúa significativamente por encima del crecimiento medio previsto para la Unión Europea, que Bonet sitúa en un 1,6%. La demanda interna continuará actuando como uno de los principales soportes del crecimiento económico en España y los fundamentales se mantienen sólidos, aunque todavía hay ajustes internos pendientes en relación con los desequilibrios fiscales en el sector público.

Posicionamiento

Geográficamente, los expertos de Estrategia de Mercados consideran que Europa y países emergentes presentan más potencial debido a su valoración. Sin embargo, debido a la incertidumbre política europea en los primeros meses de 2019, identifican oportunidades de compra en Estados Unidos tras las recientes correcciones en este mercado. Entre los mercados emergentes, ven potencial en Asia, que consideran ha sido objeto de una penalización excesiva.

Sectorialmente, recomiendan moderar el carácter cíclico de las carteras incrementando exposición a sectores defensivos, como salud y energía. Respecto al sector tecnológico no identifican señales de burbuja dada la elevada contribución de los beneficios de las compañías a los índices. A pesar de su carácter cíclico y tras las recientes caídas sufridas por los mercados estadounidense y asiático, consideran que existe una oportunidad de compra.

En el mercado de divisas, consideran que los niveles actuales del dólar son excesivos y que en los próximos meses el deterioro de los déficits de Estados Unidos  ofrecerá mejores oportunidades de compra.