Disney ha vuelto a estrellarse con un gran estreno. La productora se ha aficionado a adaptar sus grandes clásicos para rentabilizar una vez más las mismas historias y el experimento, por el momento, no muestra los resultados deseados. Es más, cada vez va a peor.
El estreno del remake de acción real de Blancanieves no ha cumplido con las expectativas del estudio norteamericano, que esperaba recaudar 50 millones de dólares en Estados Unidos durante su primer fin de semana. Se ha quedado siete millones por debajo en el país y ha generado 87 millones a nivel mundial. Lejos de los cerca de 250 millones de dólares que ha costado su producción.
La polémica nueva producción de Disney ha batido récords negativos en su primer fin de semana en taquilla
Un formato agotado
El formato de dar vida a los dibujos de nuestra infancia da signos de agotamiento. La versión de El rey león conseguía en 2019 una recaudación 191 millones de dólares en cines estadounidenses en su primer fin de semana. Aladdin, de ese mismo año, se iba a los 116 millones de recaudación. El peor hasta ahora había sido Dumbo, con 45 millones en Estados Unidos durante el primer fin de semana.
Algo muy criticado en el creador del ratón Mickey ha sido la inclusión en estos guiones, la mayoría basados en relatos de finales de siglo XIX o principios del XX. Por ello, Disney comunicaba en febrero su decisión de dar un paso atrás en criterios de diversidad. La noticia, que afectaba a la retribución de los directivos, se tomaba en la industria como una relajación en esta materia tras la llegada al poder de la Administración Trump.
Lo cierto es que los últimos estrenos no han dado los resultados que se esperaban. Pero es difícil explicar el por qué. Quizás, simplemente, el público se ha cansado de ver una y otra vez las mismas tramas, que conoce desde que tiene uso de razón.
Porque, a día de hoy, Marvel sigue siendo la gallina de los huevos de oro para la empresa californiana. El título Capitán América: Brave New World ha superado los 400 millones de dólares durante su primer fin de semana en taquilla, la segunda película más taquillera del año.
