Pixar lleva años de capa caída. Desde 2018 las desgracias para la productora se han encadenado hasta llevar a la productora a replantearse su estrategia de producción de contenidos para seguir siendo viable. El plan de su presidente Jim Morris es recuperar los proyectos que fueron exitosos y fomentar los spinoff y las secuelas para recordar al público porqué una vez adoró Pixar. La idea es hacer tres películas cada dos años, siendo una de cada dos una secuela o spinoff, mientras que el resto tendrán como objetivo sembrar semillas de potenciales nuevas franquicias. El estreno de Del Revés 2, que ha llegado a las salas españolas este fin de semana, será la primera piedra de toque para los estudios. Su primera entrega recaudó 859 millones de dólares y se llevó el Oscar a mejor película de animación.
La productora de animación digital quiere recuperar los proyectos que fueron exitosos y fomentar los spinoff y las secuelas
La evolución de Pixar
Los orígenes de Pixar se remontan a 1974, cuando el propietario de un estudio de animación tradicional reclutó a informáticos universitarios que compartían su ambición de crear la primera película animada por ordenador. Cinco años después, Lucasfilm, la productora de George Lucas, contrató a ese grupo para formar una filial, Graphics Group, qe posteriormente se convertiría en Pixar. En 1986, el cofundador de Apple, Steve Jobs, adquirió Pixar y acordó con Disney la distribución de sus películas.
Su crecimiento imparable se sobrepuso a la amenaza de nuevas productoras, como Dreamworks, creadora de la saga del ogro Shrek. Tanto es así, que en 2006 Disney adquirió la empresa por 7.400 millones.
Hasta 2018, Pixar había sido la referencia de la animación digital. Sin embargo, ese mismo año empezaba su particular declive cuando John Lasseter, socio fundador y director creativo, era acusado de conducta sexual inapropiada. Sin recuperarse de ello, la pandemia cerraba las salas de cine de todo el mundo. Al tiempo, Disney lanzaba su plataforma de streaming para tratar de competir con Netflix. A través de Disney+, Pixar distribuyó Soul, Luca y Turning Red, tres películas originales que la situación sanitaria impedía proyectar en las salas de cine.
La decisión de estrenar a través de su plataforma perjudicó a los tres nuevos títulos, que fracasaron estrepitosamente. El tiempo ha demostrado que quienes se contuvieron y decidieron posponer los estrenos acabaron obteniendo recompensas mayores. Así, el estreno de Top Gun: Maverick terminaría recaudando 1.500 millones de dólares en todo el mundo, mientras Disney se centraba en emular a Netflix.
El fracaso de Disney+ ha costado decenas de millones de euros a la productora. La previsión es que salga de números rojos por primera vez en el cuatro trimestre de este año.
En marzo de 2023 anunciaba el despido de 7.000 empleados y la reducción de 5.500 millones de dólares en costes. Como consecuencia, Pixar tuvo que despedir, por primera vez en una década, a casi un centenar de personas. Ahora, deberá dejar sin empleo al 20% de sus 1.300 empleados.
Ahora, llega una nueva vuelta de tuerca. Toca mirar a lo que funcionó para volver a recordar al público de lo que Pixar es capaz. No en vano, la productora ha ingresado más de 15.000 millones de dólares y ha ganado 23 Oscar, 11 Globos de Oro y 11 Grammy.