Existen marcas que han entrado a formar parte de nuestro día a día. Grandes compañías que conviven con nosotros. Sin embargo, no siempre ha sido así. Cada una de ellas tiene una historia, una evolución hasta lo que son hoy. ¿Cuáles son las historias ocultas detrás de los nombres de las grandes marcas? Vamos a repasar algunas de las más curiosas.
Cuando pensamos en hacer compras a través de internet, la primera opción que se nos viene a la mente es Amazon. En 1995, su nombre era "Cadabra", pero cambiaba de nombre debido a que Jeff Bezos, fundador de la empresa, creía que sonaba demasiado parecido a la palabra "cadáver". Éste decidía bautizar a su empresa así por el río Amazonas, que representaba algo grande y exótico, como él quería que fuera su empresa. Amazon ha pasado de ser una librería en línea a convertirse en un gigante global que ofrece casi de todo, desde productos hasta servicios en la nube.
De igual manera, cuando necesitamos encontrar información, lo primero que hacemos es recurrir a Google, el motor de búsqueda más común para navegar por internet. Su nombre era "Backrub", que tiene relación con su sistema de análisis de enlaces. Pero en 1998, sus fundadores, Larry Page y Sergey Brin, decidían cambiarlo a "Google". El nuevo nombre surgía de un juego de palabras con "googol", término matemático para el número 1 seguido de 100 ceros. Así, reflejaban su misión de organizar una enorme cantidad de información en un mismo sitio. Desde entonces, Google ha crecido enormemente y se ha convertido en el motor de búsqueda más utilizado.
También podemos hablar de la antigua Twitter, la red social que permite a los usuarios compartir pensamientos, noticias y actualizaciones en mensajes breves. Originalmente se llamaba "Twttr" (sin las vocales), una versión más corta inspirada en el número de caracteres que permitía la red social allá por 2005. Pronto lo cambiaban a "Twitter" para hacerlo más fácil de recordar y pronunciar. La marca sufría un nuevo renombramiento en 2023, cuando pasó a ser "X”, después de que Elon Musk decidiera transformar la plataforma en algo más amplio, con la visión de convertirla en una "superapp" que ofrezca mensajes, servicios financieros, de entretenimiento y otros.
Cómo el cambio de nombre de marcas icónicas como Amazon, Google o Twitter (X) fue clave en su evolución y éxito global.
Nike y Netflix también tenían otro nombre en sus inicios
Nike, una de las marcas líderes de la industria de ropa y calzado deportivo, es otro ejemplo. Originalmente se llamaba "Blue Ribbon Sports". Sin embargo, en 1971, decidían cambiarlo, inspirado en la diosa griega de la victoria, para reflejar su enfoque en el deporte y el rendimiento. Nike ha experimentado un crecimiento impresionante. La marca ha logrado expandir su presencia globalmente, con ingresos anuales que superan los 40 mil millones de dólares.
En último lugar, y no por ello menos importante, tenemos a Netflix, plataforma líder en servicios de streaming. Originalmente era "Kibble", una idea inicial de su fundador Reed Hastings, quien, en 1997, lo cambiaba al nombre que todos conocemos, combinando "Net", de internet y "Flix", de películas. La compañía, fundada como un servicio de alquiler de DVD, es una plataforma global de streaming que ha revolucionado la industria del entretenimiento.
Es importante tener en cuenta que, cuando una marca decide cambiar su nombre se enfrenta a varios retos importantes, porque no solo se trata de actualizar su imagen, sino también de mantener la conexión con sus clientes. A veces, este cambio es necesario para dar paso a una nueva identidad que permita seguir evolucionando y conectar con las personas de una manera diferente, en un contexto social, cultural o tecnológico que se encuentra en constante cambio.