Contamos hoy con Alberto Virella, actual presidente de la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) y que encarna los valores de dedicación y profesionalidad que caracterizan al empleado público.
Una infancia marcada por la sensibilidad social Originario de Nazaret, Virella describe su infancia en este paraíso de surf, como un periodo de formación en un entorno rural. Sin embargo, desde temprana edad, se sintió impactado por las injusticias del mundo. Un libro de fotografías de los campos de concentración alemanes y las imágenes de la Revolución de los Claveles en Portugal marcaron profundamente su perspectiva y moldearon su sensibilidad hacia los temas sociales.
El salto hacia nuevas oportunidades En 1982, Virella recibió una beca del Instituto Español de Migración que le permitió estudiar derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Este paso representó un giro decisivo en su vida, no solo por la elección de una carrera en España, “sino también por la renuncia a mi nacionalidad portuguesa en favor de la española” decía nuestro invitado, aunque confiesa que “la carrera de derecho no satisfizo completamente mis expectativas”. Esta decisión fue el inicio de una trayectoria profesional que le llevaría hacia la diplomacia.
Hoy hablamos sobre opositar a la carrera diplomática y contamos con Alberto Virella presidente de la Asociación de Diplomáticos Españoles ADE
Primer destino en Malabo El primer día de Virella en la embajada española en Malabo dejó una impresión duradera. Encarar su primer destino fuera de España fue tanto un desafío, como una oportunidad para demostrar sus capacidades profesionales.
A lo largo de su carrera, Alberto Virella ha demostrado una dedicación inquebrantable al servicio público y a la diplomacia. Su vida y carrera nos recuerdan la importancia de los valores humanos en el ámbito público y diplomático.
Reflexiones sobre el futuro del servicio público Virella enfatiza la importancia de valorar a los empleados públicos, destacando su papel esencial en la construcción de sociedades justas y funcionales. Como presidente de la ADE, aboga por fortalecer la formación y los recursos para los diplomáticos, asegurando que sigan representando con excelencia los intereses de España en un mundo cada vez más globalizado.
Alberto Virella: "Un diplomático debe reconocer otras formas de ver y relacionarse con el mundo"
Humildad y respeto: la esencia del diplomático Entre las muchas lecciones que Virella ha extraído de su carrera, destaca la importancia de la humildad y el respeto, cualidades fundamentales en una profesión que exige sensibilidad cultural y empatía. Virella reflexiona sobre cómo todas las culturas tienden a ser etnocéntricas, “pero un diplomático debe reconocer otras formas de ver y relacionarse con el mundo, especialmente en lo que respecta a la naturaleza y al entorno” apunta Alberto.
Cooperación internacional: un campo por optimizar Virella ha sido Subdirector General de Cooperación con América del Sur y Director del Programa Indígena de la AECI, sin embargo, destaca la necesidad de que “la cooperación sea más eficaz y esté alineada con las prioridades definidas por los países receptores, en lugar de imponer soluciones desde el exterior”. Según Virella “los verdaderos protagonistas del desarrollo deben ser las comunidades y gobiernos locales, un principio que, si bien está presente en la doctrina internacional, aún enfrenta retos en su aplicación”.
La Asociación de Diplomáticos Españoles: retos y demandas Como presidente de la ADE, Virella trabaja por mejorar las condiciones laborales de los profesionales del Servicio Exterior, incluyendo diplomáticos y personal contratado en embajadas y consulados. Destaca que el número de ciudadanos españoles residiendo en el extranjero ha crecido exponencialmente, lo que genera una demanda creciente de servicios consulares.
Actualmente residen en el extranjero que ahora mismo ya son 3.000.000, cuando en el año 2000 eran 900.000 “y van a ser más, porque la Ley de Memoria Democrática, conlleva la adquisición de la nacional española para para nietos de quienes fueron españoles y no transmitieron la nacionalidad” apunta Virella.
Transformando lo público: una visión compartida Virella es también parte de “Transformando lo Público”, una asociación que busca promover la mejora del servicio público en España y apunta que “se trata de unir fuerzas para transformar la Administración desde dentro, poniendo siempre el foco en el bienestar ciudadano y la eficacia de los servicios ofrecidos”. El segundo concepto que defiende la asociación es la interacción con la ciudadanía.
El tercer concepto sería la diversidad. “Debemos hacer más para que los funcionarios sean realmente una representación de la diversidad que ha aumentado y está aumentando cada día” dice Villera que apostilla “en la carrera diplomática española no hay ningún diplomático, que sea de origen africano o magrebí, o siquiera musulmán”.
Su mensaje final para los que se enfrentan a una oposición es “que sí te gusta estudiar, se puede afrontar una oposición y una vez que lo logra, se puede contribuir a cambiar el mundo a mejor”.