IKEA también se suma al carro de la carne vegana. Y es que a partir de agosto, sus famosas albóndigas también serán sostenibles. El gigante sueco cambiará el cerdo y la ternera por proteína de guisante, avena, manzana y patata.
Una estrategia que forma parte del paquete de medidas que IKEA ha puesto en marcha para tratar de frenar sus emisiones de dióxido de carbono.
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Hacia un modelo de negocio sostenible
La idea de la compañía es conseguir sostener un modelo de negocio climáticamente positivo para 2030. Para ello aplicará otras medidas como el alquiler o el reacondicionamiento de muebles.
Del mismo modo, eliminará plásticos de un solo uso en sus establecimientos, o utilizará bombillas de energías renovables. El año pasado fue el primero en el que IKEA consiguió reducir sus emisiones absolutas sin ver reducidos sus beneficios.
Cada vez son más las empresas que incluyen opciones veganas en sus comedores con el objetivo de reducir su huella medioambiental. Y es que la industria cárnica es de las más contaminantes del mundo.
Supone alrededor del 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global, o más del 90% de las emisiones de amoníaco, según datos de Green Peace.