El recorte fiscal del Gobierno de Donald Trump, valorado en 1,5 billones de dólares, no parece estar teniendo un fuerte impacto en la inversión empresarial o el las contrataciones. Una encuesta de la Asociación Nacional de Economía de los Negocios revela que la mayoría de las empresas estadounidenses, un 84%, no ha cambiado sus planes de inversión a pesar de la norma establecida por la Administración hace justo un año.
La Casa Blanca decidió poner en marcha un paquete de estímulos fiscales, encabezado por la reducción del impuesto de sociedades del 35 al 21%. Su plan era impulsar la inversión de las compañías y el crecimiento del empleo.
El sector en el que sí parece haber tenido impacto la reforma fiscal es el de producción de bienes (que incluye agricultura, minería, construcción o manufacturas). El 50% de los encuestados del mismo asegura que ha incrementado la inversión en sus empresas, y el 20% cuentan que han redirigido gastos y contratos a Estados Unidos desde el extranjero.
El 70% de los encuestados en este sector indica que las tensiones comerciales no han causado tampoco cambios en sus planes de inversión, contratos y precios. Pero aseguran que tendrán que hacer ajustes en las empresas elevando precios y retrasando gastos.
La encuesta de la Asociación también sugiere una próxima desaceleración en las inversiones después de moderarse de forma acusada en el último trimestre del año pasado. En el mes de enero, esos de capital han caído a su nivel más bajo desde 2017. También se debilita la previsión para los próximos tres meses.
Además, el informe muestra que el crecimiento del empleo mejoró de manera modesta en el último trimestre de 2018, en comparación con el anterior. Sólo un tercio de los encuestados han confirmado que han incrementado sus plantillas en el periodo.