El banco alemán Deutsche Bank reducirá su plantilla global en más de 7.000 personas en el primer gran paso de su nuevo consejero delegado, Christian Swing, que tomó las riendas de la entidad apenas el mes pasado tras sustituir a John Cryan. El objetivo es reducir costes y volver a ser rentables.
No ha cifrado la cuantía exacta del recorte pero sí ha señalado que la plantilla quedará por debajo de los 90.000 empleados desde los 97.000 actuales y el recorte de empleados será de un 25% en el negocio de su banca de inversión y están, sobre todo, en Nueva York y en Londres.
La mayoría de los recortes se producirá este año y el banco ha señalado que incurrirá en unos costes de reestructuración de 800 millones de euros que afectarán a sus cuentas.
Las acciones del banco han bajado más de un 30% este año y está sometido a la presión de las agencias de calificación. A finales de mes se espera que Standard and Poors de su nota después de ponerla en revisión en abril.