Brasil es el objeto de deseo de muchas compañías que buscan expansión internacional.
Es el caso de Amazon, que ya coge municiones para atrincherarse como es debido en la novena economía mundial, donde ya entró tímidamente en el año 2012. El gigante del e-commerce ahora busca un almacén fuera de Sao Paulo y ya negocia con empresas de transporte y proveedores locales de productos electrónicos, perfumes o electrodomésticos.
Pero Amazon no lo tendrá tan fácil en Brasil como en otros mercados. Y es que los comercios brasileños han tenido tiempo de sobra para prepararse para el ataque del gigante estadounidense. Los competidores locales han copiado muchas de las estrategias de negocio de Amazon. Gracias a ellas, los comercios se han ganado la confianza de unos clientes que todavía desconfían de la seguridad de las compras online. En resumen: el modelo ganador de Amazon en EEUU no le servirá en Brasil.
Lo que sí tiene Amazon a su favor es la adopción digital de la población brasileña. Con una población de más de 200 millones de personas, alrededor del 65% utiliza Internet y el extendido uso de los smartphones ha generado un aumento de las ventas en línea. Unos 50 millones de consumidores realizaron compras online en el año 2017. Todo esto, sumado a una clase media pujante, representa una oportunidad de negocio para los comercios minoristas.
Los ciudadanos brasileños tienen ganas de consumir y eso se nota en sectores como el de la automoción, las tecnologías de la información, las telecomunicaciones o las infraestructuras.
Esas ganas de consumo llegan hasta tal punto que, si miramos a casa, muchas compañías españolas cotizadas tienen una amplia presencia en Brasil: hablamos de compañías como Banco Santander, BBVA, Telefónica, Iberdrola, Acciona, Endesa o Indra, que recientemente ha anunciado el lanzamiento de Minsait, una unidad para afrontar los desafíos de la transformación digital en Brasil.
En el caso de Banco Santander, por ejemplo, Brasil es su principal mercado: tiene un peso del 27% en los beneficios del grupo. También es el principal negocio para Telefónica. De hecho, su filial Telefónica Brasil es la mayor empresa de telecomunicaciones del país latinoamericano. Supone cerca de una cuarta parte de los ingresos de Telefónica: en concreto, un 22%. Si miramos a Iberdrola, por ejemplo, Brasil supone casi el 40% de los ingresos en su negocio de redes. Aunque tiene un peso muy pequeño en su división de renovables y en sus negocios de generación y clientes.
Las perspectivas para la economía Brasil son positivas: el FMI elevó recientemente la proyección de crecimiento para 2018 y 2019. Para este año se espera que el PIB de Brasil crezca casi un 2% apoyado por una recuperación económica que en 2017 dio sus primeros pasos tras una recesión en los años 2015 y 2016. Para todas estas compañías, Brasil es clave para ganar una gran porción de terreno en Latinoamérica.