El grupo cervecero prevé un recorte de aproximadamente el 3% de la plantilla resultante tras la fusión con su rival británico SABMiller. Esto supone unos 5.500 puestos de trabajo. Esta reducción de la fuerza laboral será "implementada gradualmente y en fases durante un periodo de tres años", una vez concluida la fusión, según AB InBev.
Tras recibir la autorización de los reguladores de Competencia de la Unión Europea, Sudáfrica, EEUU y China, todas las condiciones se cumplen para la fusión entre ambas empresas, antes de la aprobación definitiva de los accionistas.