El sector automovilístico europeo va a experimentar un vuelco si se confirma la fusión Fiat-Renault. También tendrá profundas repercusiones para la alianza de 20 años de Renault con la japonesa Nissan, ya debilitada por la crisis que rodeó el arresto y destitución del ex presidente Carlos Ghosn a finales del año pasado.
Chimo Ortega, jefe de motor de Capital Radio, analiza qué repercusiones puede tener este movimiento de Fiat para ganar tamaño:
Nicolás Fernández, director de análisis de Banco Sabadell, cree que la operación beneficia a todo el sector en bolsa en la medida en la que contribuya a clarificar el panorama del sector automovilístico a nivel competitivo global y europeo en particular.
El acuerdo debería incluir algún cierre de plantas y algún ERE porque no tendría sentido una operación de este tipo sin medidas de ajuste porque no se generarían sinergias. Tampoco descarta riesgos de oposición política. Fiat Chrysler, de momento, ha asegurado que no habrá cierre de plantas.
La presión para que los fabricantes de automóviles se alíen ha crecido con los desafíos planteados por el auge del coche eléctrico, el endurecimiento de las regulaciones sobre emisiones y el desarrollo de nuevas y costosas tecnologías para los vehículos conectados y autónomo.