En general, nueve de cada diez consumidores compran alimentos que se adecuan a sus necesidades y que eviten el desperdicio, según la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios (HISPACOOP). Tirar la comida es algo mal visto tradicionalmente en España, pero con la crisis se le ha vuelto a prestar más atención a este aspecto.
Por tanto, se le otorga más importancia a los envases que preservan los alimentos más tiempo y que sean de fácil apertura y manipulación. Mientras que el consumidor no presta tanta atención a los envases fabricados a partir de materias recicladas o reciclables y a los envases plegables o encajables.