Esta desigualdad se debe a que durante la recesión, las empresas volvieron a tener el control y demandan la disponibilidad absoluta de sus trabajadores. Un escenario en el que "la mujer pierde seguro", según Aline Masuda, profesora de EADA:
A menor responsabilidad laboral, más presencia de mujeres en los puestos de trabajo. El 25% esta presente en los mandos intermedios y el 41% en los empleados con menos responsabilidades.
La brecha salarial no es menor que la desigualdad en los puestos de trabajo. Los directivos ganan un 17% más que sus homólogas femeninas, una diferencia de más de 10.000 euros brutos al año. En los puestos más bajos, la brecha se acorta, pero mantiene porcentajes de dos dígitos. Los hombres ganan un 14% más en los mandos intermedios y un 11,5% más en los empleados.
En Italia y Francia, las diferencias retributivas en los puestos de trabajo también existen, pero son menores. En el país transalpino, la brecha salarial entre directivos es del 10%, aunque las mujeres solo ocupan el 7% de estos puestos. En el país galo los hombres cobran un 11% más que las mujeres.
Si no se aplican nuevas medidas, la desigualdad crecerá aún más en 2017, como señala Ernesto Poveda es el presidente de ICSA grupo:
Estas nuevas medidas tienen que llegar desde las empresas, que deben políticas de conciliación y flexibilidad para sus trabajadores, que permita compaginar la vida personal con la profesional.