El Tesoro ha colocado 4.400 millones de euros en deuda a corto plazo y lo ha hecho a tipos negativos, una vez más, y los más bajos de la historia para las dos referencias que se subastaban.
En el caso de las letras a 1 año, se han adjudicado 4.000 millones con un tipo medio del -0,15% (vs -0,07% anterior) y ha vendido 400 millones en activos a seis meses con una rentabilidad media de un -0,26% (vs -0,14% anterior). Además la demanda ha superado con creces la oferta, con un ratio de cobertura de 7,6 veces en el caso de las letras a seis meses. En las Letras a un año, ese ratio ha sido de 2 veces.
La subasta se ha producido en un contexto más favorable para la deuda pública de la periferia, después de que los ministros de Finanzas de la zona euro ofrecieran garantizar un alivio de la deuda a Grecia, dándole mayores periodos de gracia y alargando el vencimiento de bonos desde 2018 si el país cumple con todas las reformas acordadas en su último rescate.
Tras la colocación, la prima de riesgo española se mantenía en los 143 puntos, nivel similar al de antes de la subasta.