La inflación caliente deja al desnudo a muchos gestores. El IPC en Estados Unidos arroja en enero una lectura superior a la prevista: 3,1% tasa general y 3,9% en la tasa subyacente. Estos datos provocan que se consolide la idea de que no va a ser fácil empezar a bajar los tipos de interés en EEUU en 2024 porque la inflación sigue siendo pegajosa. Y esto tiene impacto en el mercado de bonos después de que muchos gestoras hayan explicado en los últimos meses que la renta fija ofrecía grandes oportunidades: los precios de los bonos vuelven a caer en las referencias a 10 años y el inversor minorista sigue buscando rentabilidad en corto plazo en emisiones de Letras de países como España.
Los precios de los bonos vuelven a bajar de precio