La relación entre el dinero y la felicidad sigue dando que hablar.La Oficina Nacional Estadística británica se suma al debate con una investigación que nos da pistas: ¿da el dinero la felicidad?
“Hay muchas cosas en la vida más importantes que el dinero. Pero cuestan tanto”.
Esta frase que se atribuye a Groucho Marx, encajaría con alguna de las conclusiones del estudio publicado por el Instituto de Estadística británico. Dice que la felicidad y el bienestar aumentan con la riqueza. O lo que es lo mismo, que el dinero da la felicidad.
Pero no es igual cualquier tipo de riqueza. Lo que nos importa según el INS, es más la riqueza acumulada que el nivel de renta. Es la riqueza financiera neta la que se relaciona más con el bienestar personal, con nuestra autoestima, la satisfacción que tenemos por la vida. Tener coches, antigüedades, joyas o sellos no influyen tanto en que los británicos sean felices.
Viene a decir que es posible tanto que el dinero dé la felicidad como que la felicidad dé dinero. Se trata de una relación recíproca en un país en el que por cierto, la desigualdad es un tema muy candente. En Gran Bretaña, muchos trabajadores han soportado años de estancamiento en sus salarios, y el uso de los bancos de alimentos se ha disparado en los últimos años.
Ahora ya lo sabemos: los británicos son más felices con una cuenta corriente potente que con un piso en Kensigton o un Maserati. Mientras, el debate en España sigue abierto.