Las provisiones durante el pasado 2016 lastraron los resultados del conjunto de los bancos españoles. En palabras de José Luis Martínez Campuzano, "de una caída del 23% en el total de los beneficios debido a esas provisiones, se habría logrado sin ellas un 12% de ganancias". Dadas esas provisiones y cómo están los tipos de interés este ha sido un año de transición. De hecho, "se siguen haciendo ajustes aunque los bancos han conseguido estabilizar el balance sobre todo gracias al nuevo crédito".



Los bancos siguen ajustando los activos improductivos a una velocidad superior a la que lo hacen en Europa, algo que reconocía el Fondo Monetario Internacional esta misma semana, y a la vez se encaran los retos del nuevo escenario. Además, los bancos de la AEB están realizando un esfuerzo por lograr un impulso tecnológico, pero desde el organismo lamentan que otras entidades compitan en este escenario con un marco regulatorio favorable, precisamente por la falta de esa regulación, por ejemplo, para las Fintech.

La mayor eficiencia del sector bancario tiene que llegar por la contención de gastos, a lo que se pueden sumar la tecnología y la inversión, pero en su mayoría es el apartado de gastos el que mejorará los ratios de eficiencia. Algo que también se lograría a través de nuevas fusiones en el viejo continente.

Estamos en una situación anómala con una política monetaria ultraexpansiva que ha servido para luchar contra la inflación y la segmentación de mercados en Europa, pero que ha lastrado a los bancos. Normalizar esa política monetaria ayudaría a enfrentar futuros problemas económicos.

Desde la AEB consideran que Banco Popular es un banco sin problemas de liquidez. El nuevo equipo directivo tiene las ideas claras. Ningún banco de la AEB se ha reforzado a través de capital público, y sí han aportado a través del FGD dinero a la Sareb.