El banco italiano Unicredit sigue dando pasos para fortalecer su solvencia y hoy está presentando su nuevo plan estratégico para recuperar la rentabilidad, adelgazar la entidad y hacerla más fácil de manejar.
Ha anunciado una ampliación de capital de 13.000 millones de euros y se ha marcado un objetivo de conseguir un ratio CET 1 fully loaded superior al 12,5% en 2019. El banco más grande de Italia también pretende vender préstamos incobrables y recortar los costos para aumentar los niveles de capital y la rentabilidad.
Además dice que realizará unos cargos extraordinarios de 12.200 millones de euros en el cuarto trimestre del año que incluyen unas provisiones por préstamos fallidos de 8.100 millones de euros. No pagará dividendo para 2016 y apunta a un objetivo de entre el 20% y el 50% de payout para los años siguientes.
Un plan que presenta después de que ayer cerrara la venta de su gestora de activos Pioneer al grupo francés Amundi por 3.545 millones de euros. Estos ajustes llegan también después de que el presidente ejecutivo de Unicredit, Jean Pierre Mustier, tomara en el mes de julio el timón de la entidad, lastrado con una pila creciente de préstamos incobrables, tasas de interés récord y la recesión más larga de Italia desde la Segunda Guerra Mundial. Además, en lo que llevamos de año las acciones del banco transalpino han perdido cerca de la mitad de su valor, hasta quedar valorado en unos 15.000 millones de euros.
Como parte de esta estrategia a tres años, el banco prevé eliminar otros 6.500 empleos adicionales, con el objetivo de ahorrar 1.700 millones de euros anuales. Para 2019 se anota un objetivo de 4.700 millones de euros de beneficio neto, con un retorno sobre patrimonio tangible por encima del 9%.
Las reducciones de puestos de trabajo en este periodo de tres años afectará a un total de 14.000 personas, en un banco que tiene unos 123.000 empleados actualmente. Los costes netos totales se estima que caerán a 10.600 millones de euros, desde los 12.200 de 2015.