Hace solo cinco años que el Sabadell compró TSB, el sexto banco en Reino Unido, por 2.350 millones de euros para imitar el éxito de Ana Botín con Santander UK. Entonces, ¿quién podía pensar en una pandemia mundial que paralizaría la economía, en que los británicos ya no querrían ser europeos o que una simple migración tecnológica podía dejar a 2 millones de clientes sin acceso a sus cuentas durante dos días?
Aunque nadie pudiera pensarlo, la realidad superó la ficción. Cinco años después el Sabadell ha pasado de ver TSB como una "gran oportunidad" a querer deshacerse de él. Sin embargo, el escollo está en el precio. Algunos analistas creen que el banco ni siquiera recuperará la mitad de lo que pagó por TSB.
Te lo contamos en este podcast de Expediente Abierto.
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Corría el año 2015. Al Brexit todavía ni se le oía y el Banco Sabadell tenía hambre de invertir. Quería hacerlo copiando a uno de los grandes, a ver si se le pegaba el éxito; quería hacerlo en Reino Unido, como Ana Botín con Santander UK.
Por eso, hace cinco años Sabadell decidió actuar y compró TSB, el sexto banco en Reino Unido por 2.350 millones de euros. Josep Oliu, presidente del Sabadell, aseguraba por aquel entonces que la operación era una "gran oportunidad".
El Brexit y el gran fallo informático
Lo que Oliu no sabía es que un año después los británicos iban a querer cortar toda relación con Europa en un proceso que se conocería como el 'Brexit' y que daría muchos quebraderos de cabeza a las empresas extranjeras en Reino Unido.
Cargado de ilusión, el presidente del Sabadell recordaba en una entrevista en marzo de 2015 que una de las primeras cosas que tenía que hacer el banco con su nueva filial era cambiar su plataforma tecnológica. Es decir, pasar del sistema que usaba Lloyds, antigua propietaria de TSB, a una réplica del sistema que usaba Banco Sabadell.
Quién le iba a decir a Josep Oliu que tres años después de esas declaraciones casi dos millones de clientes iban a quedarse bloqueados, sin acceso a sus cuentas durante seis días, por un problema informático provocado por esa migración de la plataforma.
En abril de 2018 la integración del sistema del Sabadell en TSB registró unos problemas técnicos que "asustaron" hasta a la propia cúpula del banco. Más de 1,9 millones de clientes se quedaron sin acceso a sus cuentas durante seis días.
Hasta el Parlamento británico se hizo eco de ello. En la Cámara de los Comunes se demandaron acciones y se avisó al banco de que podría tener que hacer frente a compensaciones multimillonarias y multas regulatorias.
¿Qué es lo que pasó? Una investigación del despacho de abogados Slaughter & May desveló que el problema llegó porque la nueva plataforma no había sido probada adecuadamente. Que antes del lanzamiento la división tecnológica del Sabadell no había probado uno de los dos centros de datos en los que se basaba la migración.
En sus resultados del ejercicio completo de 2018, el banco reconoció que este lío le habia costado “un dineral”. De hecho, cifraron el impacto en 377 millones de euros. Además de eso, el problema técnico se saldó con la huida de 80.000 cuentas a otros bancos durante ese año.
La incertidumbre del Brexit, la crisis reputacional provocada por los fallos informáticos y la recesión originada por el coronavirus no favorecen precisamente la venta de TSB. Pero después de la fusión fallida con el BBVA esta es una de las opciones que le quedan al Sabadell para crear valor.
Eso sí, ‘cuánto’ valor es la clave ahora. Barclays dice que se podría vender por entre 150 y 850 millones (una horquilla muy amplia). Esto significa que Sabadell recuperaría como mínimo el 7% de su inversión en TSB y como máximo un 36%, ni siquiera la mitad de lo que pagó por ello.