Sin haber cerrado el proceso de consolidación en la banca, vamos ya mirando a otros derroteros. Fusiones y adquisiciones serán, según Bloomberg, dos de las palabras que más suenen entre los pasillos de dirección de las firmas de telecomunicaciones. Vodafone, en el centro del huracán, pero también Telefónica y, siempre, de fondo, Telecom Italia.
¿Cómo están las cuentas y balances de las firmas? ¿Tienen músculo para hacer frente a lo que se viene por delante?
Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:
La firma que dirige Álvarez-Pallete ha conseguido reducir deuda hasta colocarse como una de las mejores de un sector que se enfrenta a la consolidación
España y Reino Unido en el centro del debate. Europa sigue siendo el foco de atención de los inversores porque los tambores de guerra y compras, de fusiones e idilios no han cesado a pesar de que los meses pasan y las operaciones no se cierran.
Vodafone sigue siendo la “reina” de todas las apuestas.
Reino Unido – su centro de operaciones – Italia y España son los objetivos a los que apunta la ‘chequera’ de la ‘teleco’ británica.
Pablo García, director general de Divacons Alphavalue, nos habla de las posibles operaciones que tiene en mente Vodafone para mantener, inexorable, su avance hacia el trono en el viejo continente.
Porque Vodafone, tras el Brexit, tiene – si cabe – más interés en este lado del Canal de La Mancha que en sus feudos.
Las operaciones en Reino Unido, en estos momentos, son algo más complejas por lo que escuchábamos. De llevar a cabo una compra o fusión, en Londres se quedaría un mercado menos atomizado, con apenas tres operadoras para competir por estar al servicio de los más de 67 millones de británicos que vagan entre las islas. Three UK, según Bloomberg, está en el punto de mira, pero no se concreta nada.
¡A por Italia!
Aquí, la cosas está mejor. En Italia se puede abrir la venda de las fusiones en el bloque comunitario, siempre y cuando, la eterna vigilante: Margrethe Vestager, la comisaria de Competencia no eche para atrás las operaciones porque, según su argumentaría, puedan socavar la libre competencia en la Unión Europea, una de sus máximas.
Y precisamente, los intereses de Vodafone, en estos momentos están en Italia. Iliad es la elegida. Una firma local con ambiciones más allá de la bota transalpina y que al magante Xavier Niel no le parece merecedora de mantener si una eventual oferta por su compra le es suculenta.
El problema actual, dicen las principales firmas, es que el mercado europeo está demasiado atomizado. Hay mucha competencia y para los que somos, alertan las compañías, no estaría mal reducir. De 60 marcas de telecomunicaciones en 2017 se han pasado a casi 80 en la actualidad.
En parte, por esto, nos dice Alberto Roldán, director de inversiones de Metagestión, el sector no invita a operar en bolsa.
Es verdad que China o Estados Unidos, dos mercados mucho más grandes que cualquiera de los países europeos por separado, tiene en su territorio millones de ciudadanos más y apenas tres operadoras con las que dar servicio.
JP Morgan calcula que la rentabilidad de las inversiones de operadores estadounidenses como AT&T y Verizon es del 11%, frente a solo el 5% de sus homólogos en Francia y el Reino Unido.
En el caso de Vodafone, que tiene caja para hacer frente a la operación con Iliad, el destino es compartido. En Italia, entre ambas, alcanzarían una cuota de mercado del 36% y las sinergias por costes estarían sobre los casi 700 millones de euros, un 11% de los ingresos. ¿Cuánto podría valer el nuevo grupo? Teniendo en cuenta las valoraciones actuales de mercado, más de 15.000 millones de euros.
MásMóvil...
Iliad está ahí para arrancar con la batalla. Pero en la guerra hay más luchadores. Vodafone también mira a España por MásMóvil. Se especuló con la operación en 2019, con una posible compra, algo que se terminó desmintiendo para un año después, decir que no, que era MásMóvil la que quería hacerse con la filial española de Vodafone.
Esto se volvió a decir que no era la intención y finalmente MásMóvil apostó por quedarse con Euskaltel. En una columna en el diario Expansión, hace unas semanas, el CEO de MásMóvil, Colman Deegan, apostaba por la “consolidación”.
El Telecom Italia la crisis está a la espera de la decisión del Gobierno de Mario Draghi sobre si permitir o no la opa del fondo estadounidense KKR. Orange está interesada en compras, pero no trasciende nada.
¿Y Telefónica?
La española, no dice Javier Domínguez, gestor de Auriga Bonos, “ha hecho los deberes”. Ha conseguido reducir deuda a golpe de ventas y ha devuelto el sentido a sus números.
“Lo imposible” ha recuperado capitalización y la ratio respecto a lo que debe en el mercado la ha tratado de reducir al mínimo. ¿Cómo?
El mercado cree que 2022 será el año de Telefónica. Que acabará con un apalancamiento de 2,6 veces sobre su OIBDA, tan solo 0,2 veces por encima de la media del sector en Europa y en línea ya con las grandes firmas de esta industria, como Orange, Vodafone y Deutsche Telekom.
Entre sus planes está la venta de la mitad de su negocio de fibra óptica en España que le podría ayudar a reducir en otros 7.500 millones su deuda colocándola de esta manera por delante de sus competidoras y, a partir de aquí, lanzarse a las compras y llevando así a sus títulos a donde apuestan las encuestas, la consolidación.
En su haber, lo mejor de todo, que tiene la mayor red de fibra de Europa dando servicio a un 85% de España y alcanzando una potencial cuota de mercado del 80%.
Las ‘telecos’ afrontan así un 2022 de idilios y despechos. De parejas encontradas y de amores de verano.