Coronas de papel del Burger King. Así empezamos a reírse de él sus compañeros cuando a Joshua Barrickman lo apodaron como el nuevo “rey de los bonos”.
Ahora, es el hombre que se ha aprovechado de la sangría del mercado con cientos de señuelos pasivos de miles de millones.
Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:
El incremento de fondos negociados en el mercado por la caída de las acciones están sacudiendo a la renta fija que aprovecha este nuevo gigante del mercado
De unas risas de cumpleaños infantil nació el gurú de la renta fija. Nativo de Ohio no tiene un perfil al nivel del resto de estrellas del mercado como Bill Gross, pero a base de esfuerzo se ha ganado el título de “rey de los bonos” con la dirección del Vanguard Total Bond Market, el fondo de renta fija más grande del mundo con cerca de 250.000 millones de dólares en activos bajo gestión.
Una revolución que ejemplifica un cambio de ciclo y que trabaja con un ejército que ingresó en el último año, aproximadamente, 26.000 millones de dólares, esto son, más de 1.000 millones durante cada sesión de negociación.
Sin embargo, Barrickman no fue capaz de predecir el colapso de Sillicon Valley Bank ni los tumultuosos últimos días de Credit Suisse cuando se anunció esa fusión forzada con UBS para salvaguardar la credibilidad del sistema financiero helvético.
De hecho, cuando le preguntan sobre qué hará Jerome Powell y la Reserva Federal (FED) en lo que viene, tampoco tiene muy claras las cosas. Barrickman dirige el negocio de indexación de bonos por un billón de dólares de Vanguard para las Américas.
Este hombre – dicen de él que tiene la voz suave – ha atraído en el último año más de 31.000 millones de dólares, incluso cuando los administradores de activos han registrado salidas sin precedentes en el peor semestre para los bonos desde, al menos, 1977. De hecho, este es el hombre que a día de hoy controlar casi la misma deuda de Estados Unidos – incluidos bonos del Tesoro y corporativos – que China, el segundo mayor acreedor extranjero de Estados Unidos.
La transición, en todo caso, a la gestión pasiva en la renta fija ha sido más lenta que en la renta variable. Los índices están hechos de decenas de miles de bonos extrabursátiles, muchos de los cuales son tan ilíquidos que es difícil que cambien de manos cada poco tiempo. Es complicado hacerse con todo el mercado de la misma manera que se lanza una OPA sobre alguna compañía cotizada.
De hecho, el mercado de renta fija se ha visto durante mucho tiempo como más complejo en relación con las acciones, lo que permite a las empresas justificar la necesidad de una gestión activa y las tarifas más jugosas que conlleva.
A vueltas con lo de siempre
Pero la historia se repite. Las pérdidas dramáticas en los mercados de deuda el año pasado, impulsadas por el endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal más agresiva en una generación, y terminan por convertir en una estampida lo que alguna vez fue un cambio relativamente lento y constante de los fondos de bonos activos a los productos pasivos.
La brecha de flujos netos entre activos y pasivo alcanzó un récord de más de un billón de dólares en 2022, casi el triple que durante cualquier otro año. A marzo, los activos administrados por fondos pasivos superaron los 3 billones por primera vez. Ahora representan el 31% del universo de fondos de renta fija, según muestran los datos, frente a solo el 13% hace una década.
El propio Barrickman ahora supervisa tres de los cuatro fondos de bonos más grandes del mundo, incluido el Vanguard Total Bond Market Index Fund de 298.000 millones de dólares. El gran tamaño de los fondos mutuos pasivos y los ETF de bonos administrados por Barrickman y algunos otros han cambiado la dinámica del mercado en los últimos años.
Nativo de Ohio, Barrickman se graduó de la Universidad del Norte de Ohio antes de obtener su título de máster en administración de empresas de la Universidad de Lehigh. En 1999, se unió a Vanguard como operador de bonos municipales, antes de trabajar como operador de índices de bonos. Ascendiendo de rango, se convirtió en el jefe de indexación de bonos en 2013.
Barrickman está de acuerdo en que hay un lugar para los fondos activos en la inversión de renta fija, incluso cuando los productos pasivos continúan devorando su participación de mercado.