El Foco de Mercado Abierto lo ponemos en la pizza Margarita, uno de los principales platos de la dieta italiana y la crisis de la inflación en el país vecino.
Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:
Italia se muere de sed en una de las peores sequías de su historia moderna con pérdidas que superan los 6.000 millones de euros para la tercera economía de la zona euro
Italia se muere de sed en una de las peores sequías de su historia moderna; la peor de sus últimos 500 años con pérdidas valoradas en más de 6.000 millones euros.
Esto sin haber empezado la temporada de verano, pero que viene de unos tiempos en los que en muchas zonas del norte lleva semanas sin llover y el Po, el gran río que ha hecho fértil el valle del centro de la bota durante milenios está al límite.
Italia ha sufrido una caída del 40% en las precipitaciones y más de 300.000 empresas agrícolas atraviesan un momento complicado. Las exportaciones del queso, el vino, la pasa o los espárragos son un pilar de la economía italiana y el pesimismo, mientras, hunde al país en la miseria.
Es esta sequía la que está provocando que los precios se los alimentos básicos en el país vecino se hayan disparado. El aceite de oliva ha incrementado sus facturas en un 27%, lo que prolonga el impacto en el coste de la vida de las familias italianas que no tienen ni para pizzas, un alimento básico en la dieta desde los romanos hasta los napolitanos.
El condimento que se encuentra en las cocinas de toda la península es el único de los cinco ingredientes para el plato por excelencia de Nápoles que sigue encareciéndose a un ritmo más rápido.
El coste total de hacer una pizza en casa ahora es, al menos, un 20% más alto que hace un año y lleva así ya ocho meses seguidos.
El aumento duradero en el precio del aceite de oliva refleja una devastadora sequía que afecta a España, el mayor productor mundial, en un momento de sequía en el resto del sur de Europa. Una realidad que hemos analizado a primera hora en esta casa con el presidente de ASAJA Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa quien dejaba esta alerta llevada a titular: nos quedamos sin aceite de oliva en 2023.
A pesar de que la inflación va al abaja, Italia sigue siendo altamente vulnerable a una variedad de shocks en algunos de los productos básicos de su cesta de la compra. El aceite de oliva es la punta del iceberg para un país que basa su día a día en este oro verde.
Julio César, de los primeros
Fíjense si tan alta será la importancia del aceite para un italiano que Julio César exigió una vez a uno de sus conquistas en África el pago en impuestos en aceite, e incluso se recuperaron botellas de vidrio que la contenían de Pompeya, la antigua ciudad enterrada en el año 79 d.C. por la erupción del Vesubio.
Ya sea hecho en casa, recién salido de una prensa de un pequeño pueblo remoto de las tierras sicilianas o comprado en la tienda, el aceite de oliva es un elemento esencial de la mayoría de los platos, particularmente en el centro y sur de Italia. Eso significa que su impacto va mucho más allá de la pizza, alentado por los supuestos beneficios para la salud asociados con la dieta mediterránea en general.
Y ojo porque con la inflación de la pizza desenfrenada, comprarla una en la tienda en lugar de cocinarla en casa es la forma en la que el golpe para el bolsillo sea menor. El coste de comerte una pizza congelada apenas ha aumentado un 8,5% en el año.