Según Schultz, Johnson está más preparado que él para afrontar los nuevos retos de la compañía. Éstas son las palabras que le ha dirigido:
Kevin es, en todos los aspectos, un verdadero líder servicial y una persona cuyo valor, compasión y empatía modelan las características que queremos para todos nuestros socios y líderes. Su capacidad para resolver problemas complejos y para sacar lo mejor de la gente hará que todos nosotros en Starbucks estemos mejor, que es lo que él ha conseguido conmigo.
El relevo tiene fecha: 3 de abril de 2017. Sin embargo, Schultz no dejará la compañía, sino que seguirá como presidente ejecutivo para supervisar la nueva estrategia de Starbucks, centrada en las cafeterías de gama alta. Una estrategia con la que la compañía pretende desmarcarse de rivales como Dunkin Donuts o McDonald’s. Aunque algunas voces aseguran que, a sus 63 años, Schultz pretende cambiar el café por la política, un rumor que él ha desmentido.
No es la primera vez que Schultz deja el mandato de Starbucks. Ya lo hizo en el año 2000 para volver en 2008 y ha seguido en el cargo hasta el día de hoy. Pero él mismo ha admitido que en aquella ocasión hizo mal la sucesión y que esta vez actuará de otro modo para dejarle el control a Kevin Johnson y no convertirse en su sombra.
Sin embargo, al mercado se le ha atragantado la noticia. Siguen las preocupaciones por la elevada competencia del sector de la restauración. Y aunque Starbucks ha soportado muy bien los golpes, no es inmune. ¿Amargará Johnson el café de Starbucks?