Con esa inspiración regresó a Seattle, donde entonces Starbucks tenía cuatro tiendas en las que sólo vendían granos de café de calidad. Y decidió dar una vuelta al negocio, para crear cafés que tuvieran el mismo sentimiento de comunidad y conexión humana que detectó en Milán.
Este pasado lunes, ‘Nessun dorma’ sonaba dentro de la primera cafetería de Starbucks en Italia. En la misma ciudad, Milán, mientras el propio Howard Shcultz contemplaba maravillado el interior del establecimiento de lujo estilo ‘roastery’, que hoy mismo ha abierto sus puertas al público. Una crónica de la consecución de un sueño que podemos leer en detalle en la web de prensa de Starbucks.
Café de lujo
El primer restaurante de Starbucks en Italia ofrece cafés elaborados con grano de primera calidad y producción selecta. Está situado en el edificio de la antigua oficina de correos de la Plaza Cordusio de Milán. Y su elegante decoración incluye máquinas tostadoras verdes de diseño industrial, mostradores de mármol, y grabados de latón.
Es el tercero de este tipo que abre la empresa, tras el de Seattle y el de Shanghai. Lo peor para Starbucks convencer a los exigentes consumidores de café italianos de que tendrán que pagar un poco más de lo que pagan por ‘espresso’ diario. El precio de un café simple rondará los dos dólares, casi el doble del que cuesta en una cafetería italiana normal. En declaraciones a la agencia Rueters, el presidente del área minorista de Starbucks Global, John Culver, asegura que el precio refleja la experiencia ‘premium’ que van a ofrecer a sus clientes.
En la actualidad Starbucks tiene más de 25.000 establecimientos en todo el mundo. Italia es el país número 78 en el que tiene presencia. Y los planes no se van a quedar en esa única localización. Starbucks tiene previsto empezar a abrir cafeterías por todo Italia este mismo año. Todo un reto para competir con los casi 57.000 cafés que ya llenan el país mediterráneo.