Ryanair y sus pilotos en Irlanda se reúnen esta mañana con un mediador neutral en un intento de frenar nuevas huelgas. La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas de Irlanda se ha comprometido a no anunciar más paros mientras duren las conversaciones para resolver el conflicto, que en lo que va de verano ha provocado ya 5 huelgas. La última, la más grande de su historia, la del pasado viernes. Secundada en Irlanda, Bélgica, Suecia, Alemania y Holanda obligó a la cancelación de 400 vuelos y afectó a 67.000 pasajeros, según cifras de la propia aerolínea.
El portavoz del sindicato, Bernard Harbor, confía en que la disputa pueda resolverse, pero ha advertido de que "aún existen diferencias significativas entre las dos partes" y que la amenaza de despidos en Ryanair ha complicado todavía más el conflicto. El director de Marketing de la aerolínea de bajo coste, Kenny Jacobs, ha declarado que el encuentro se produce después de una huelga "injustificada" y también confía en que la mediación permita avanzar en las negociaciones.
Kieran Mulvey, un político retirado especializado en este tipo de conflictos y miembro durante 25 años de la Comisión de Relaciones Laborales del Parlamento Irlandés, es el mediador elegido para reconducir las conversaciones entre Ryanair y el sindicato de pilotos.
Al conflicto inicial de que Ryanair reconociera los derechos laborales de sus empleados en sus respectivos países, se suma ahora el plan de ajuste anunciado por la aerolínea que prevé recortar el 20% de su flota en Irlanda: operará con 6 aviones menos a partir de octubre lo que supone el despido de 100 pilotos y 200 tripulantes de cabina.