RWE, el grupo alemán de suministro energético, obtiene un beneficio neto atribuido de 2.699 millones de euros en el primer semestre del año. Esto supone un incremento de 484% con respecto al mismo periodo del año anterior. Esta subida tan espectacular del beneficio se debe a que RWE recibió la devolución de un importe que había pagado en calidad de impuestos y que el Constitucional alemán declaró nulo. En concreto se trata del impuesto sobre la energía nuclear. El beneficio neto, sin incluir la devolución de este impuesto, habría subido un 35% hasta 809 millones de euros.
Otro de los factores que explica la subida del beneficio, es la salida a bolsa de su filial Innogy, de la que RWE todavía mantiene el 76,6% del capital.
El Ebit de RWE ha ascendido hasta los 2.204 millones de euros lo que supone un incremento del 17% con respecto a 2016.
El grupo alemán sigue haciendo frente a sus deudas. En el primer semestre del año ha conseguido que esta descienda hasta los 21.476 millones un 5,4% menos. En 2016 la empresa perdió 5.710 millones de euros. De cara al cierre de 2017 espera alcanzar unos resultados en la parte alta de las previsiones gracias a que está teniendo unos márgenes superiores a lo esperado y a la rentabilidad que están ofreciendo sus plantas de gas.