La agencia S&P sube el rating de Repsol a BBB desde BBB- y le da perspectiva positiva. Con la nueva nota de S&P, Repsol deja de asomarse al abismo del bono "basura". La compañía ha sufrido durante muchos meses la amenaza de un recorte de rating.
Para la agencia, los esfuerzos de reducción de deuda y los flujos de caja que genera el grupo deberían resultar en un perfil de crédito coherente con el nuevo rating en los próximos dos años.
Considera que Repsol seguirá adoptando una postura de cautela tanto para la inversión como el dividendo, manteniendo el ratio fondos operativos/deuda por encima del 40%.
El grupo dirigido por Josu Jon Imaz prácticamente tiene concluido su actual plan estratégico, durante el que ha reducido la deuda por debajo de los 7.500 millones de euros recortando capex y vendiendo activos, frente a los más de 12.000 millones que adeudaba en 2014 tras comprar la petrolera canadiense Talisman.