Europa se enfrenta a una oleada de despidos. Desde finales de 2018, compañías representativas en la economía europea han anunciado recortes en su plantilla debido a las transformaciones de su modelo de negocio que obligan una demanda cambiante y las nuevas adopciones tecnológicas.
Vodafone España ha anunciado un ERE que afectará a unos 1.200 empleados. La empresa necesita una estructura de costes para competir con éxito en los segmentos medium y low cost.
Ford también ha anunciado que eliminará miles de empleos en Europa. Saldrá de mercados no rentables y cerrará las líneas de vehículos que generan pérdidas como parte de un esfuerzo de reactivación con el que quiere alcanzar un margen operativo del 6 por ciento en Europa.
Ford Europe, que actualmente da empleo a 53.000 personas, ha tenido dificultades para ser rentable, con una pérdida de 245 millones de euros antes de intereses e impuestos en el tercer trimestre, equivalente a un margen EBIT negativo del 3,3 por ciento.
Pero hay más. El fabricante de automóviles más grande de Gran Bretaña, Jaguar Land Rover (JLR), va a recortar miles de empleos porque se enfrenta a una menor demanda en China y a una caída de las ventas de autos diésel en Europa, según Reuters.
Jaguar Land Rover perdió 354 millones de libras (450 millones de dólares) entre abril y septiembre de 2018, ya había recortado alrededor de 1.000 puestos de trabajo en Gran Bretaña y cerró su planta Solihull durante dos semanas y anunció una semana de tres días en su planta de Castle Bromwich.
La empresa propiedad de Tata Motors, que emplea a unas 40.000 personas en Gran Bretaña y ha contratado personal en plantas en China y Eslovaquia en los últimos años, reveló planes para reducir costes y mejorar los flujos de caja en 2.500 millones de libras el año pasado, incluida la reducción de los costes de empleo y el volumen de trabajadores.
En otros sectores vemos que muchos de los recortes de plantilla tienen como responsable la adopción de un nuevo modelo digital.
Es el caso de Caixabank, que hoy negocia la intención de presentar un ERE dentro de su plan de reestructuración de plantilla. La entidad planea cerrar 821 oficinas de cara a los próximos tres años para potenciar sus servicios digitales.
El empeño por aumentar las ventas online ha hecho que gigantes como Carrefour tomen medidas. En el caso de la francesa, anunció a finales de noviembre el despido de 2.400 trabajadores en Francia y 1.233 en Bélgica para centrar sus esfuerzos en su tienda digital. Por las mismas fechas Ikea anunció 7.500 despidos a nivel mundial dentro de un proceso de transformación similar.
Y ahora H&M ha aplicado un ERE en España que supondrá el cierre de siete tiendas en medio de una reestructuración en sus tiendas para hacerlas más atractivas y una mayor inversión por potenciar su marca digital, para ponerse a la altura de rivales que dominan ese terreno como Inditex.