Nestlé apuesta por Cuba para centrar una parte de su negocio. La compañía está cerca de llegar a un acuerdo con Cuba para construir una fábrica de entre 50 millones y 60 millones de dólares para producir café, galletas y productos de cocina.
Los directivos de la compañía han visitado la isla para negociar la nueva inversión en la Zona del Mariel, al oeste de la capital cubana, donde ha renovado por otros 20 años el contrato de empresa productora de helados y donde se ofrece a las compañías importantes exenciones fiscales y aduaneras.
La compañía suiza ha estado entre los mayores inversores del país desde que se abrió la puerta al capital occidental en la década de 1990 tras el colapso de la Unión Soviética.
Los directivos de la multinacional creen que el café es fácil de exportación y señalan el éxito de una edición limitada de café cubano Nespresso, el pasado año, el primer café cubano vendido en Estados Unidos en más de 50 años.
La nueva fábrica, que arrancaría en la segunda mitad de 2019 y daría empleo a 300 personas, atenderá la creciente demanda tras un aumento del turismo y ayudará a sustituir importaciones con productos locales. Las ventas de Nestlé en Cuba han aumentado el año pasado, junto con sus ingresos en toda Latinoamérica.