La multinacional energética Naturgy pierde 347 millones en 2020 debido a la COVID-19, que redujo tanto la demanda energética como los precios, y a la revisión de valoración de algunos activos por valor de 1.363 millones. Los resultados son considerablemente peores que los del año 2019, cuando Naturgy obtuvo unas ganancias de 1.401 millones de euros.
No obstante, la compañía ha precisado que, sin este impacto, que afectó a la generación convencional en España (1.145 millones de euros) y a las actividades de gas en Argentina (198 millones), su beneficio neto ordinario se habría situado en 872 millones, un 36,7 % inferior al de 2019.
Naturgy ha justificado esta costosa revisión de activos, llevada a cabo durante el último trimestre de 2020, para proporcionar "una valoración de sus activos más transparente y ajustada al escenario energético actual".
La empresa está inmersa en la preparación de su nuevo plan estratégico para los próximos años. Sin embargo, lo que ahora centra la atención es la opa anunciada recientemente por el fondo australiano IFM por el 22,7 % de la compañía, que deberá obtener el visto bueno del Gobierno antes de plantearse formalmente a los accionistas.
El beneficio bruto de explotación o ebitda alcanzó los 3.449 millones en 2020, un 18,9 % menos que en 2019, si bien esa magnitud a perímetro constante sería de 3.964 millones, según Naturgy, por lo que la compañía da por cumplido su objetivo de situarlo en torno a los 4.000 millones.
Dividendo de 0,63 euros por acción
El consejo de administración de Naturgy propondrá a la Junta General de Accionistas, que todavía no se ha convocado, el pago de un dividendo final -a cargo del ejercicio 2020- de 0,63 euros por acción que se abonarían durante el primer trimestre de este año.
Este pago se sumaría a los dos primeros dividendos a cuenta de 2020. Los mismos fueron de 0,31 euros por acción y de 0,50 euros por título, respectivamente. Por lo tanto, se elevaría el dividendo total de ese ejercicio a 1,44 euros.