Naturgy celebra su Junta General de Accionistas 2024 con la escisión del grupo en dos cotizadas parado. La energética anunció hace dos años su intención de dividirse en una empresa centrada en infraestructuras, y otra en los negocios liberalizados, en especial el de renovables, con el proyecto Géminis, discutido por el Gobierno de España y en stand-by hasta el momento.
Francisco Reynés, presidente de la energética, ha afrontado la Junta con dos frentes abiertos. Por un lado, la aprobación de un dividendo complementario de 0,40 euros por acción, con lo que se completarán los 1,40 euros comprometidos con cargo a los resultados de 2023. Por otro lado, la discusión se ha centrado alrededor del salario de los ejecutivos, que ha protagonizado el sexto punto del orden del día. Norges, ISS y Glass Lewis han mostrado su rechazo al incremento salarial de la cúpula directiva. Sin embargo, se ha aprobado el incremento de sueldos sin mayores incidencias.
La compañía, en niveles de inversión récord, efectuará un tercer pago al accionista de 0,40 euros, que incrementa la retribución hasta 1,40 euros tras los dos primeros reembolsos
Apuesta por las renovables
Naturgy pone el foco en inversión en renovables, a la que ha destinado 2.944 millones de euros en 2023, un incremento del 52% en comparativa interanual. 9 de cada 10 millones fueron a parar a proyectos de transición energética divididos en 1.730 millones en generación de energía renovable y 900 millones en redes de distribución.
Futuro en el aire
La caída del 25% de los títulos de la energética en lo que va de 2024 ha hecho replantearse su presencia a algunos grandes fondos de inversión presentes en su capital. CVC es el accionista más inquieto; desde hace meses se rumorea con que puede abandonar posiciones. IFM está en una situación parecida. Lejos de las plusvalías, deben permanecer para intentar lograr beneficios. Por su parte, CriteriaCaixa (accionista mayoritario) y GIP (adquirido por BlackRock) se muestran más prudentes.