Monte dei Paschi di Siena anuncia el recorte de 2.600 puestos de trabajo para 2019 y el cierre de unas 500 sucursales dentro de su nuevo plan de reestructuración, en el que también prevé la transferencia de unos 28.000 millones de euros en créditos morosos a un vehículo especializado y la venta de algunas unidades de negocio en un intento por atraer a los inversores para garantizar su supervivencia.
El banco más antiguo del mundo alerta de que terminará 2016 con una pérdida de 4.830 millones de euros por amortizaciones más altas de los préstamos dudosos, para volver a los beneficios ya en 2018, con una ganancia de 978 millones de euros. Dentro del plan, la entidad italiana tiene también como objetivo para finales de 2019 alcanzar un beneficio de 1.100 millones de euros, con un CET 1 del 13,5% en comparación con el 11% de este año.
Monte dei Paschi se ha decantado finalmente por realizar una ampliación de capital de hasta 5.000 millones de euros, pero todavía no ha dado detalles sobre la combinación de medidas que pretende implementar para disminuir el déficit de capital. Pretende terminar la ampliación antes de que termine este año.
El banco italiano explica que el relanzamiento de la actividad comercial “se basa en la aceleración del proceso de digitalización y un mayor enfoque en la venta al por menor y el pequeño negocio”. Su nuevo CEO, Marco Morelli, intenta persuadir a los accionistas de que el banco puede mejorar los rendimientos.