La medida de erradicar los antibióticos humanos en la cría de pollo tiene consecuencias y lleva su tiempo.
McDonalds anunció la semana pasada que se sumaba a la medida y concedió a sus proveedores dos años para eliminar el uso de antibióticos humanos en las aves. La cadena evitará que sus clientes paguen más, especialmente tras estar viéndose afectados por tantos competidores. No ha querido dar datos concretos del coste que va a suponer la iniciativa pero sí ha declarado a la agencia Reuters que se trata de una inversión para complacer la demanda del cliente.
Pero esta medida supondrá un coste adicional de hasta un 3% en la producción a cargo de las compañías de aves de corral. Perdue Farms, el cuarto productor de pollo más grande de Estados Unidos contó a la agencia Reuters que se va a necesitar más de una década y millones de dólares para realizar el cambio.
El uso de antibióticos humanos en los pollos es legal y además de en las aves, se utilizan también en cerdos y bovinos para aplazar las enfermedades y ayudar a que crezcan más rápido. El riesgo es que un uso excesivo pueda generar super bacterias resistentes a los antibióticos y peligrosas para los humanos. La industria de aves de corral dice que no hay evidencias de una bacteria resistente que pueda infectar a las personas. A pesar de todo, cada vez son más los restaurantes que exigen que las aves estén limpias de antibióticos porque así lo demandan los clientes.
Perdue Farms empezó a eliminar los antibióticos en 2002. Ahora más del 95 % de sus aves se crían sin antibióticos para humanos y más de la mitad se crían sin ninguna clase de antibióticos según la compañía. El cese de uso de estos medicamentos ha provocado una subida en la mortalidad de los pollos y un gasto extra en casas y vacunas para las aves de 4 millones de dólares al año. Las aves que crecen sin antibióticos tardan entre 3 y 9 días más en alcanzar el peso necesario para su venta. Las compañías se ven obligadas a comprar más huevos para no salir perdiendo.
Como ha dicho Tom Elam, presidente de la industria de agricultura y de alimentación Farm Econ: “Este cambio no es gratis”.