Ikea comienza a retirar del mercado más de 27 millones de armarios debido al riesgo de seguridad que implican los muebles. Éstos y su poca estabilidad se han cobrado la vida de tres niños en dos años. El último, Ted McGee, de tan sólo 22 meses de edad que murió aplastado.
El peligro de los productos radica en la necesidad de anclarlos correctamente a la pared. Un programa de corrección que ya había puesto en marcha la cadena sueca hace un año, cuando los muebles provocaron la muerte de dos niños. Sin embargo, no se modificó el diseño de los armarios ni se retiraron del mercado en aquel momento. La madre de Curren Cullas, uno de los niños fallecidos en 2014, cuenta a la NBC que no sabía que el mueble tenía que ser anclado a la pared y ha demandado a Ikea por no advertir a los consumidores. Sin embargo, Ikea niega cualquier acusación sobre los defectos en la fabricación o advertencias inadecuadas y alega que al menos "un niño en los EEUU muere cada dos semanas a causa de que muebles o electrodomésticos vuelquen"
La compañía de fabricantes de la línea MALM es la responsable de estas cómodas que no han aprobado el test de estabilidad. La tienda tiene pensando compensar a los compradores de estos productos con reembolsos del dinero. En julio de 2015 la cadena había comenzado a distribuir 300.00 kits de anclaje gratuito.
Según la Comisión de Seguridad de Productos al Consumidor (CPSC), al menos 36 niños han resultado heridos en el pecho por este tipo de armarios que son propensos a volcar cuando no son anclados a la pared. Todos ellos eran menores de 4 años."Vamos a seguir trabajando en colaboración con la CPSC en la prevención e innovaciones que mejorarán la seguridad del producto", asegura Ikea en un comunicado.