Nestlé, Unilever, Tyson Foods y otras grandes empresas alimentarias, junto con otras cadenas y tiendas minoristas, se unen a IBM para explorar la tecnología Blockchain. La multinacional informática pretende servirse de la susodicha tecnología tanto para mejorar el rastreo durante el suministro de alimentos como para modernizar la seguridad del proceso. De este modo, las empresas podrán tener más control sobre la distribución de todos sus productos y sobre la efectividad de la misma.
Un total de 10 empresas se han comprometido a compartir datos con IBM y así poder llevar a cabo los ensayos que lidera la tecnológica. Entre las compañías aliadas se encuentra WalMart, que lleva desde octubre del año pasado participando en el proyecto. Hace apenas unas semanas, la cadena de supermercados afirmó que la técnica de seguimiento y rastreo desarrollada por IBM redujo en más de seis días su tiempo de localización de productos.
Blockchain o cadena de bloques, que surgió por vez primera en el entorno de la tecnología bitcoin, es una base de datos distribuida que registra bloques de información y los entrelaza para facilitar la recuperación y la verificación de la información. Se presenta así como una alternativa a las tradicionales bases de datos, donde la información resulta más vulnerable a posibles robos o modificaciones.
Howard Popoola, jefe de seguridad alimentaria de Kroger, asegura que la tecnología incipiente puede ser lo mejor que haya ocurrido en la industria desde hace muchas décadas. No obstante, los escépticos advierten: a la técnica todavía le resta mucho por mejorar y requiere de una activa colaboración entre las compañías, cuyo pobre historial de cooperación y su feroz espíritu competitivo pueden perjudicar con el tiempo al proyecto.