La farmacéutica británica GlaxoSmithKline creará una empresa conjunta centrada en la salud del consumidor con el fabricante estadounidense de medicamentos Pfizer con miras a una posible escisión.
Las dos compañías combinarán sus unidades de salud del consumidor para crear un solo negocio con unas ventas combinadas de alrededor de 12.400 millones de dólares. Glaxo se quedaría con una participación mayoritaria del 68% y Pfizer con el 32% restante.
La operación propicia así una reorganización de GlaxoSmithKline que se dividirá en dos. Por un lado, los negocios de fármacos y vacunas con receta y por otro las medicinas sin receta. Esta es la decisión más audaz que ha tomado hasta la fecha la consejera delegada Emma Walmsley, que asumió el cargo el año pasado. Walmsley había rechazado antes la idea de dividir el grupo, algo que habían solicitado varios inversores a lo largo de los años.
Esperan cerrar el acuerdo en la segunda mitad de 2019 y tiene la intención de separar la empresa conjunta con Pfizer cuando haya pasado tres años del cierre de la operación y la intención es que cotice en la bolsa londinense.
Se espera que la combinación aumente las ganancias ajustadas y el flujo de caja libre en el primer año completo después de que se cierre la operación.
Además espera que la empresa conjunta genere ahorros de costos anuales de 500 millones de libras para 2022 y unos costes en efectivo de 900 millones de libras. Además, GSK planea desinversiones por unos 1.000 millones de libras.
Las acciones de Glaxo están subiendo en la bolsa de Londres un 7%.