En concreto, con 20 euros de combustible se puede recorrer:
- 275 kilómetros con gasolina
- 375 km con diésel
- 555 km con Gas Natural
El ahorro de combustible está entre el 30% y el 54% respecto a un vehículo convencional. Con el añadido de poder aparcar en las grandes ciudades en zonas de restricción sin tener que abonar el parquímetro que toque. Pero a pesar de sus beneficios, el consumidor tiene dos dudas principales: donde repostar y las ayudas que puede recibir en la compra, es decir, el precio al que puede comprarlo.
Sobre dónde repostar. Madrid y Barcelona empiezan a tener un parque importante, tanto público como privado y el avance está siendo bastante rápido. Más sencillo que con el coche eléctrico, donde se requiere autorización del ayuntamiento para tener más postes para repostar y la ocupación del servidor es mínimo de 2 horas. Con el Gas Natural los repostajes tienen una duración prácticamente igual que los coches de gasolina o diésel.
Y el número de estaciones se prevé que aumente exponencialmente en los próximos años. Siempre parejo a la demanda. Para ello, en España existe un consorcio liderado por Gas Natural Fenosa y que cuenta con el apoyo de los ministerios de Industria y Fomento, cuyo objetivo es crear infraestructura de carga publica en las principales capitales y en la red principal de carreteras. En Europa el número de estaciones supera las 4.500, y en su mayoría son estaciones que suministran gas natural comprimido.
El otro tema que preocupa al comprador es el relativo a las ayudas de la administración pública para la adquisición. Las Administraciones tienen las limitaciones presupuestarias que impiden que vía subvenciones el cambio se acelere. Sin embargo hay muchas otras medidas de bajo coste que podrían tomarse y que conducirían a la sustitución del diésel de forma rápida en las zonas más castigadas por la contaminación, algunas de ellas además favorecerían la creación de empleo e inducirían crecimiento económico.
A eso hay que añadir qué modelos están ya disponibles para un motor con Gas Natural. Puedes ver todos los modelos en el siguiente enlace. Pincha aquí.
Imagínese por ejemplo un plan masivo de transformación furgonetas y taxis que quieran prestar servicio en los cascos históricos de las ciudades, con pequeñas ayudas y colaboración del sector público y privado se daría trabajo a multitud de talleres y el taxista o repartidor autónomo dispondría de un vehículo limpio que reduciría notablemente su factura de combustible.
Ecología y puestos de trabajo
La apuesta por el Gas Natural en los vehículos trae aparejados dos asuntos clave. En cuanto a las ventajas medioambientales, el gas natural vehicular es la mejor alternativa real del mercado para mejorar los problemas de calidad del aire de las ciudades, ya que reduce hasta un 80% las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y prácticamente elimina las emisiones de partículas en suspensión (PM). En relación a las emisiones de CO2, se produce una reducción de hasta un 30% respecto a la gasolina y un 15% respecto al diésel, contribuyendo así a paliar el efecto invernadero. No emite dióxido de azufre (SO2) y no contiene plomo ni trazas de metales pesados. Los motores de gas natural producen más de un 50% menos de emisión sonora percibida y vibraciones que los motores diésel y, en consecuencia, comportan una mejora en la calidad de vida y una reducción de la contaminación sonora.
Pero la creación de puestos de trabajo con el impulso del Gas Natural es uno de los aspectos clave en una economía en transformación. Según un informe de Deloitte presentado en uno de los congresos de Gasnam "El fomento del gas natural en la movilidad en España significa una contribución al PIB con unos 10.800M€ para el año 2035 (un 5,4% del PIB actual) y la creación de 176.000 nuevos puestos de trabajo, a tiempo completo, de forma directa o indirecta”.