El Ebitda de la compañía alcanzó los 3.915 millones de euros, esto supone un descenso del 16,1% con respecto a 2016. Este dato se debe a la discontinuidad de los negocios de distribución y comercialización de gas en países como Italia, Colombia, Moldavia y generación eléctrica en Kenia.
Para el periodo 2018-2020 la firma ha lanzado un nuevo plan de eficiencias. Esto ha supuesto unos costes de captura no recurrentes para 2017 de 110 millones de euros. En el caso de no considerar este efecto, ni el impacto de Electricaribe, la disminución del Ebitda sería del 8,8%.
En datos concretos, la actividad de distribución de gas aportó un 41,2% del Ebitda, la distribución de electricidad un 26.4%, la actividad del gas por su parte un 19,6% y la generación y comercialización de electricidad aportó un 14,8%
Aun así, la gasista defiende que sus resultados "muestran la diversificación y fortaleza del modelo de negocio". Durante el ejercicio, la actividad de distribución de gas aportó un 41,2% del Ebitda; la distribución de electricidad un 26,4%; la actividad de gas, un 19,6%; y la generación y comercialización de electricidad, el 14,8%.
El Ebitda de la actividad internacional representó un 48,5% del total. El 51,5% restante correspondió a las actividades en España.
A lo largo de 2017, la compañía llevó a cabo una revisión estratégica de su cartera de negocios que supuso desinversiones con un precio de venta total de 2.741 millones de euros y unas plusvalías superiores a los 540 millones a materializar entre diciembre de 2017 y el primer trimestre de 2018.