¿Se puede hackear un coche sin tener acceso físico a él? Es la pregunta que flota en el aire cuando vemos que los vehículos cada vez están más conectados y es lo que hemos preguntado en exclusiva a Ken Washington, director de tecnología de Ford.
Hablamos con Ken Washington, director de tecnología de Ford, sobre los retos que se plantean en la industria del automóvil
El CES de Las Vegas, una de las ferias tecnológicas más importantes del mundo bien podría confundirse con un salón del automóvil. Son varias las firmas que han aprovechado la ocasión para presentar avances en materia de automoción. Incluso Sony sorprendió presentando un vehículo eléctrico.
Pero si hablamos de tecnología y de dispositivos conectados, tenemos que hablar también de ciberseguridad. Surge por tanto la inquietud de si los coches, que también pasan a ser elementos conectados, se pueden hackear.
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Ken Washington, director de tecnología de Ford, ha concedido una entrevista exclusiva a Capital Radio, en el marco de esta feria. Allí ha estado nuestro enviado especial, experto en tecnología y director de "El Kernel", José Antonio González.
La pregunta obligada es esa, ¿cómo se protegen de ciberataques? Los fabricantes de vehículos, como Ford, son conscientes de la importancia de la ciberseguridad.
“Hemos dedicado equipos centrados en la seguridad de nuestros vehículos y los datos que recogemos y que tenemos el honor de ser los administradores de los datos (...) de nuestros clientes y sabemos que es muy importante que los protejamos”, señala Washington.
Ford tiene esto presente desde el diseño original y la ingeniería de los componentes de sus coches, “diría que nos lo tomamos muy en serio y todo lo que hacemos”.
Pero, entonces ¿se puede hackear un coche? Cualquier dispositivo con una sistema operativo se puede piratear. La pregunta para Washington sería si se puede acceder a ese sistema de un vehículo, sin tener acceso físico al coche en sí.
En todo caso, el director de tecnología de Ford explica que “creo que la respuesta es no, no es fácil hackear un coche sin tener acceso físico a él. Eso no significa que sea imposible”.
Ese es el gran reto que tienen ahora por delante las automovilísticas. Un fallo de seguridad, un acceso no deseado al sistema operativo del vehículo, puede tener graves consecuencias. Es por eso que trabajan para hacerlo lo más difícil posible, lo más seguro posible.
"Pasará mucho tiempo antes de que veamos coches autónomos"
Además de trabajar por la ciberseguridad, la industria tiene por delante un futuro lleno de oportunidades pero también de incertidumbre. Los cambios llegan a una velocidad de vértigo.
El vehículo autónomo, del que se lleva hablando años, está cada vez más cerca. En todo caso, Washington señala que “pasará mucho tiempo antes de que veamos coches autónomos”.
Este experto explica que la primera adopción de vehículos autónomos va a ser en flotas limitadas y vamos a verlos crecer gradualmente y las tasas de adopción serán relativamente modestas.
Pero cree que “también es importante señalar que vamos a ver entrar en nuestros vehículos tecnologías de asistencia al conductor cada vez más capaces que podemos comprar y que serán bastante comunes”.
Es decir, aunque sigamos teniendo que ponernos al volante de nuestro coche, los avances serán tales que la conducción será casi autónoma.
Reducir la huella de carbono
Pero los cambios que están afectando a la industria y no son solo tecnológicos, sino también sociales. La gente tiene cada vez una mayor conciencia ecológica. Exigimos, cada vez más, vehículos eficientes y no contaminantes.
En este sentido, Washington apunta a la electrificación como el futuro de la industria automotriz, además de la conectividad. Esto va más allá de fabricar coches inteligentes y electrificados. “Se trata de integrarlos en la vida digital de las personas y de hacer que sus experiencias sean tan buenas como puedan serlo”.
Antes de que eso llegue, Ford seguirá apostando también por explorar combustibles alternativos, algo que llevan haciendo durante bastante tiempo.
Hemos tenido un programa de celdas de combustible de hidrógeno muy activo durante varios años. Recientemente hemos cambiado ese programa para centrarnos en la parte del sistema porque ahora se puede trabajar con la base de suministro para obtener un conjunto de celdas de combustible”.
Desde Ford trabajan con varios socios, a través de programas como el programa de automóviles de EE.UU. con el Departamento de Energía, para explorar combustibles alternativos de carbono neto cero.
Buscan cómo adaptar sus flotas existentes, para disminuir realmente la huella de carbono sin cambiar el tren motriz. “Es una oportunidad muy emocionante. Y por lo tanto, estamos considerando todos los ángulos, para ser mucho más sostenibles en el futuro”.