Turquía es el país al que el BBVA quiere ligar su destino. Desde Bilbao hasta Ankara, la entidad española anunciaba a primera hora de este lunes que quiere hacerse, ya sí y a pesar de la situación financiera del país euroasiático, con el control de su filial Garanti.
Cambios de posiciones que dejan sobre la mesa un cambio de la filosofía de la empresa. ¿Es un riesgo apostar de esta manera por Turquía o una ventana al futuro? ¿Cómo justifican una decisión así?
Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:
La entidad vasca ha lanzado una opa por el 50,15% de Garanti Bank, su filial en el país euroasiático que quiere controlar en una clara apuesta por los mercados emergentes
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Compass fue el principio de todo. Y su final. Esta filial en Estados Unidos con la que arrancó una historia de la mano en 2007 se convirtió en un lastro para el banco. No dio el retorno esperado y los saneamientos que supuso su mantenimiento llevaron a la española a colgar el cartel de “se vende” y dar así carpetazo “simbólico” a la presidencia de Francisco González.
Compass se compró por 9.600 millones de dólares y la vendía a PNC Financial por 11.600 millones. La operación fue “excelente” en palabras de Carlos Torres Vila, presidente del BBVA.
En su valoración, Torres Vila calificaba la venta como una “oportunidad” para centrarse en nuevos mercados. Cambio de una estrategia que arrancó en 2004 y que ha llegado a su fin. El BBVA quiere centrarse no en mercados consolidados, Estados Unidos era su principal baza, y apuesta por los emergentes. Una apuesta que no es baladí y que lejos de asentar el negocio, aumenta los riesgos en el valor.
México y Turquía, entonces, sus pilares. España, la tercera en discordia. Con la opa lanzada por el BBVA este lunes por el 50,15% restante del capital que no controla de su filial turca, Garanti, deja claras sus intenciones.
Y tras ella, de llegar a buen término, el peso de Turquía en los beneficios del grupo podría subir del 14% al 24,6%. México, que ahora está en el 43,5%, descenderá hasta el 38,1%, mientras que España, prácticamente el único mercado desarrollado en el que opera el banco, descenderá su peso del 29,4% al 25,8%.
¿Cómo la va a llevar a cabo?
Con las plusvalías de la venta de Compass. Turquía es hoy la gallina de los huevos de oro del BBVA. Desde Euskadi hasta el nexo de unión entre Europa y Asia, el BBVA no ha dudado, en la última década, en, poco a poco, ir incrementando su presencia en la entidad desde que en 2011 entrara controlando algo más del 25% de los títulos. Cuatro años después, superó el 39,9% y en 2017 llegó al actual 49,85%.
El banco, que espera cerrar la transacción en el primer trimestre de 2022, calcula que el refuerzo de su posición en Garanti incrementará un 13,7% su beneficio por acción en 2022. En términos de capital, la oferta restará hasta 46 puntos a la ratio de solvencia, que actualmente y descontando la recompra de títulos propios de 3.500 millones ya anunciada, está en el 13,18%.
El problema de Turquía
Un círculo que se quiere cerrar ahora en un país que no suscita pocos problemas: alta inflación (desmedida y sin capacidad de control), devaluaciones constantes de la lira mientras que el banco central ve cómo la mano del presidente del país, Recepp Tayip Erdogan, marca el compás de sus acciones.
El supervisor turco, por orden de Erdogan, decidió reducir en 200 puntos el tipo de interés sobre la lira, sobrepasando el 16% y que hundió a la divisa el país más de un 15%. Frente a esto la posición de Erdogan, como era habitual enfrentista.
Decía en una declaración institucional que los que creían que lograrían presionar al país para que se rinda ante una guerra monetaria y comercial entenderán que se habían equivocado.
Así las cosas, los efectos de las continuas devaluaciones, acorde a la opinión de Onur Genç, el consejero delegado de la vasca serán, básicamente, cero.
Torres Vila: "Riesgos mínimos"
Y a pesar de todo esto, la situación en el país es buena y por eso han puesto en marcha una operación de este calibre tal y como aseguraba ante los inversores esta misma mañana Carlos Torres Vila.
El negocio bancario puro: Turquía, un país con 84 millones de habitantes, ofrece ventajas económicas como un crecimiento de la economía del 3,5% al año y un bajo nivel de bancarización que se tendrá que acelerar en los próximos meses. Y aquí Garanti tiene una buena posición de partida: controla el 20% del negociado del país.
En los nueve primeros meses de este ejercicio, Garanti ha aportado 583 millones de euros de beneficios de los 4.161 millones del grupo. Unas métricas que son más que positivas.
Pero el problema es que la situación en Turquía no está del todo asentada. Aun así, el riesgo, según Torres Vila, es mínimo.
La oferta presentada es de 12,20 liras turcas por acción, supone una prima del 15 % respecto al precio de cierre de las acciones de Garanti el pasado 12 de noviembre, cuando terminaron la sesión a 10,58 liras. Lo que le obligaría a abonar más de 2.250 millones de euros.
Cal y arena de los inversores
Pese a las palabras de los directivos… los inversores no se fían: el BBVA es uno de los valores que peor se comporta en la sesión de hoy en el IBEX, del entorno del 4% mientras que en la Bolsa de Estambul Garanti Bank sube casi un 10%.
Así las cosas, según el BBVA, Garanti es “el mejor banco de Turquía” y a pesar de todos los vaivenes del país, la confianza está puesta en unos mercados emergentes sobre los que no ve tanto riesgos, sino oportunidades de negocio de cara a las próximas décadas. México, el eje y principal economía de América Central, Turquía, de Eurasia son los dos pilares, parece, del BBVA del futuro.