El beneficio operativo bruto de Endesa aumentó un 3% a 3.542 millones de euros en 2017, frente al objetivo de 3.400 millones que tenía para un año en el que la sequía castigó severamente la generación de las eléctricas españolas.


En el fondo de la tabla, el beneficio neto de la filial de la empresa de capital público italiano Enel  fue de 1.463 millones de euros, un 4%, frente a la previsión de la empresa de 1.400 millones.


La producción hidroeléctrica de Endesa, cuyos negocios se circunscriben a la Península Ibérica y no tiene la diversificación geográfica de rivales como Iberdrola o Gas Natural, se desplomó durante el periodo, lastrando el margen de su negocio liberalizado.


Sus directivos explicarán las cuentas en una teleconferencia a partir de las 10:00 de la mañana, con la atención de los analistas en el temor a que se produzcan interferencias políticas en el sector.


"Prestaremos especial atención al coste del (eventual) desmantelamiento de las plantas nucleares en España y el riesgo de una retribución a los activos de distribución eléctrica inferior a la esperada (por la caída de la rentabilidad de la deuda)", declaró  Société Générale en un reciente informe para clientes.