Google anuncia una reestructuración bursátil para hacer de su empresa una compañía de masas. Las acciones de Alphabet, la matriz del mayor buscador del mundo, cotizan sobre los 3.000$/título.
¿Por qué lo hacen? ¿Qué planes esconde debajo de la manga una firma que, a pesar de su historia y peso económico, no figura como una más del principal índice bursátil del mundo, el Dow Jones?
Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:
La firma que dirige Sundar Pichai quiere 'democratizar' la propiedad de la empresa dando cabida a minoritarios que lo impulsen hasta el Dow Jones
Pasar de tener un título cotizando sobre los 3.000 dólares hasta, aproximadamente, los 140 dólares es posible para Google. Lo va a hacer con un split, un división de sus títulos con la que pretenden llegar a un mayor número de inversores.
Democratizar el mayor buscador del mundo, democratizar internet es lo que esperan conseguir todos con este movimiento.
De la noche a la mañana, pensaron en Google que tenía sentido hacerlo tal y como le relató a esta periodista de la CNBC, la directora financiera de la compañía, Ruth Porat.
La división de 20 a 1 de Alphabet reduciría, según las cotizaciones actuales, el precio de las acciones de Clase A a, aproximadamente, los 138 dólares. Un precio para el título que no ha estado tan bajo desde 2005.
A finales del primer semestre del ejercicio, cuando se espera completar esta operación, Google valdrá lo mismo que costaba cuando apenas llevaba unos años de vida y la tecnología no había tenido el estallido que vemos hoy del sector en el mercado.
Mirando al Dow Jones
Pero atención a esto, más allá de dar paso a inversores minoristas entre las filas y tenedores de la compañía, otra de las motivaciones que podrían estar moviendo los intereses de los directivos de la compañía es su futura (y posible) entrada en el Dow Jones de Industriales.
Google ahora cotiza donde las tecnológicas, en el Nasdaq, pero siendo la reina de este mercado, sus intereses pasan por el trono de la bolsa.
Durante años (y hoy lo sigue siendo) el Dow Jones ha sido la gran barrera para las grandes tecnológicas como Amazon o Google. Su constitución es de apenas 30 empresas. Empresas que cuentan con la mayor capitalización de mercado dentro de la bolsa de valores de la Gran Manzana, eso sí.
Pero su composición tiene truco. El Dow Jones es una media ponderada cuyo valor se encuentra fluctuando según el comportamiento de cada uno de sus componentes. Esto quiere decir, por ejemplo, que, si los valores de las empresas que lo componen este índice bajan, puede que también baje. Pero no tiene porqué se así ya que todo depende de quién baje o suba. El peso que tenga la empresa dentro del conjunto del índice.
Entre sus filas, en un inicio, allá por 1896, solo estaban presentes 12 empresas. A medida que pasó el tiempo se ha llegado a la treintena de los títulos más representativos de los sectores económicos de Estados Unidos. A excepción de los servicios públicos o de transporte, todos pueden entrar o salir del Dow Jones.
Históricamente ha bebido de las tecnológicas (aunque no de Google), consumo y acciones o financieras y telecomunicaciones. Y ¿por qué Alphabet no ha entrado nunca en el Dow Jones? Muy simple, porque es tan grande que no quieren “abrumar” al resto con su peso.
Apple, Tesla, Amazon...
Google es la novedad, pero como en tantas otras cosas, no ha sido la primera. Antes que Alphabet ya lo intentaron otras como Tesla, Apple o con menos ganas, Amazon.
Y veamos qué tal les fue. El año pasado, sin ir más lejos, lo hicieron Apple y Tesla. Los inversores un día se acostaron con títulos en el bolsillo que valías miles de dólares y a la mañana siguiente los de Apple, quien había subido tras caer, a finales de marzo por la pandemia de la COVID-19 pasaban de cotizarse por encima de los 500 dólares a poco más de 125.
Por su parte, Tesla, cuyo ascenso hasta superar los 2.000 dólares por acción ha levantado muchos titulares en los últimos meses, también veía sus títulos 'rebajados' a 445 dólares.
En el caso de Apple, por cada acción anterior pasaron a existir 4, mientras que por Tesla la proporción era de 1 a 5.
Los split de títulos, ya lo hemos son un mecanismo al que históricamente se ha acudido en Wall Street. Apple por ejemplo es el quinto que realiza en toda su historia. Como resultado, los inversores que poseían una acción de Apple antes de su primera división de acciones en 1987 poseerían 224 títulos hoy.
En cualquier caso, estamos centrando el foco en las tecnológicas, pero no son las únicas empresas “de éxito” que se han negado en los últimos años a hacer un split.
Sin ir más lejos, el todopoderoso magnate de los mercados, la leyenda de la inversión, Warren Buffet, CEO de Berkshire Hathaway, se ha negado en reiteradas ocasiones a dividir las acciones de su empresa que, todo hay que decirlo, baratas no son. Ni más ni menos que 412.000$/título.
Amazon, por el momento, no quiere dividirse, pero el resto ya está apostando por democratizar unas compañías que lejos de ser los colosos de tiempos pasados, buscan nuevos caladeros de inversores, buscan, en definitiva, más dinero, en este caso del bolsillo del minorista con el que seguir alimentando a la bestia.