La pandemia de la Covid-19 ya deja su huella en los resultados empresariales que empiezan a llegar estas semanas. El beneficio de Naturgy se redujo un 43,6% en el primer semestre hasta los 334 millones de euros.
El impacto de la Covid-19, los bajos precios del gas y la depreciación de las divisas latinoamericanas han dañado los números hasta junio de la compañía presidida por Francisco Reynés.
En términos ordinarios, el beneficio se ha reducido un 30,3%, hasta los 490 millones, con un resultado bruto operativo (Ebitda) de 2.037 millones, un 11,1% más bajo.
La mayor caída del beneficio reportado se explica por la anotación de 156 millones menos, fruto de costes de reestructuración, de 123 millones, el impacto de operaciones interrumpidas en Perú (12 millones) y la generación con carbón en España (35 millones), así como una plusvalía neta de 14 millones por la venta de la participación en Ghesa.
En la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía ha anunciado que presentará una revisión de su Plan Estratégico en el último trimestre.
Por ramas de actividad, el ebitda de la comercialización de gas y electricidad ha bajado un 15,4%, hasta los 599 millones; el de las infraestructuras con retribución regulada ha registrado un descenso del 16,2% en el sur de Latinoamérica (377 millones), lastrado por la devaluación de las divisas, del 7,7% en España (895 millones) y una subida del 0,5% en el norte de Latinoamérica (191 millones).
Cumplimiento plan estratégico
“A pesar del contexto reciente, hemos avanzado en todos los pilares que nos propusimos ahora hace dos años. Somos una compañía más eficiente, dinámica y activa en la gestión de sus negocios lo que nos permitirá hacer frente a las dificultades derivadas del entorno de una manera más realista y efectiva”, explica Reynés.
La compañía realizará el próximo otoño un Capital Markets Day donde detallará su siguiente fase de transformación con una actualización de su hoja de ruta hasta 2022, sin abandonar sus objetivos fundamentales: la prioridad de la retribución al accionista, una estrategia industrial de creación de valor y crecimiento para cada uno de sus negocios, y sus compromisos en materia de ESG.
Tal y como ya avanzó la compañía, sus líneas de gestión prioritarias de aquí a 2022 pasan, entre otras, por mantener la reducción del perfil de riesgo a través de la rotación de activos, en línea con los objetivos de la transición energética; así como en el establecimiento de relaciones win-win con los reguladores y en la renegociación de los contratos de suministro de gas. Otros objetivos fijados por Naturgy son la optimización y automatización de procesos core y el fortalecimiento de la posición de la compañía.