La Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) obligará a las tres principales operadoras de telefonía en España a costear los casi 32 millones del llamado servicio universal que corresponden al año 2011. El regulador explica que la aportación de cada compañía al Fondo Nacional del Servicio Universal va en función de los ingresos que tuvieron ese año 2011. Por lo tanto, Telefónica y su filial de móvil tendrán que aportar el 66% del importe, Vodafone el 20% y Orange el 12%.
El servicio universal es la obligación del operador dominante de llevar las cabinas telefónicas, el teléfono fijo y los servicios adaptados para personas con discapacidad a todo el territorio español, incluyendo zonas no rentables. La CNMC audita anualmente el coste de este servicio y fija qué operadoras tienen que financiarlo. Recuerda que desde 2003 está financiado por estas mismas compañías. Antes de esa fecha y desde la apertura del mercado de telecomunicaciones español en 1998 era Telefónica la que asumía el coste.