Ford ha llamado a revisión a cerca de 3.000 camionetas Ranger. Además ha pedido a sus propietarios que no las conduzcan, tras conocer que la explosión de un airbag de Takata mató al conductor en Virginia Occidental.
La muerte ocurrió el 1 de julio y Ford asegura que no ha sido hasta el pasado mes de diciembre cuando tuvo constancia de ello. La compañía ha realizado una investigación y determina que el airbag fue fabricado el mismo día que el que estalló. La compañía ha emitido un comunicado por el que pide la retirada urgente para las camionetas Ranger con airbags producidos ese día.
Los concesionarios repararán las camionetas en las casas de los dueños o las remolcarán a talleres para realizar la labor. La compañía además ofrecerá vehículos en préstamo en los casos necesarios.
La muerte en Virginia Occidental es la segunda relacionada con un Ranger y la 21 en el mundo causada por los airbags de Takata.
Para inflarse usan nitrato de amonio como propulsor, y puede estallar con demasiada fuerza, arrojando esquirlas de metal. El problema provocó la mayor cadena de retirada de automóviles en la historia de Estados Unidos y forzó a Takata a declararse en bancarrota. Más de 180 personas han resultado heridas.
También Toyota
Toyota ha anunciado que ampliará en más de 600.000 unidades (601.300 vehículos) la campaña de revisión en Estados Unidos vinculada con los fallos detectados en los airbags del proveedor Takata. La empresa indicó que los airbags del asiento del conductor pueden contar con un inflador desgastado después de haber sido expuesto a situaciones prolongadas de humedad o de altas temperaturas, lo que puede provocar que se fraccione en el momento en el que tenga que actuar.