CaixaBank registra un beneficio ajustado de 2.022 millones de euros entre enero y septiembre sin el efecto Bankia, frente a los 726 millones que obtuvo en el mismo período de 2020. Con la incorporación de Bankia, el grupo gana 4.801 millones por la aportación del fondo negativo de comercio y el coste neto del proceso de reestructuración de empleo y otros gastos asociados a la integración.
El margen de interés del grupo asciende a 4.864 millones, lo que supone un descenso del 4% respecto al margen de interés de los nueve primeros meses de 2020. La caída se produce por la reducción en los tipos de interés y a la disminución de los ingresos procedentes del crédito al consumo, entre otros factores.
Los ingresos core incrementan un 25,2% hasta 7.708 millones en los primeros nueve meses de 202, con unas comisiones netas que aumentan un 36,7%, 2.604 millones. A pesar de la estabilidad de los ingresos core y el aumento de los ingresos de las participadas, el margen bruto desciende un 1,1% interanual.
Las dotaciones para insolvencias se reducen, 616 millones, frente a los 2.406 millones de euros del mismo período de 2020 que incluía el registro de una dotación anticipada por los impactos futuros asociados a la pandemia. Los gastos generales disminuyen un 2,9% que mejora la ratio de eficiencia core en 0,9 puntos porcentuales.
CaixaBank ha mantenido una ratio de capital principal CET1 del 13% por lo que se sitúa por encima del objetivo anunciado del 11-11,5% y se sitúa medio punto por encima respecto al año pasado. La entidad consigue generar 88 puntos básicos de capital que le permite contrarrestar parcialmente los 107 puntos básicos que ha restado la integración de Bankia.
La ratio de morosidad se mantiene estable que se sitúa en el 3,6% y los saldos dudosos ascienden a 13.955 millones de euros. El coste de riesgo está en el 0,25% y la ratio de cobertura es del 64%.
Gonzalo Cortázar, consejero delegado de CaixaBank, ve de manera positiva el balance de los primeros nueve meses y destaca que “la buena evolución del negocio bancario y de seguros en un entorno todavía complejo, y el proceso de integración que discurre de forma rápida, adecuada y en línea con lo previsto”.