2018 ha sido un año duro y 2019 está siendo un año marcado de nuevo por los temores sobre una guerra comercial, la desaceleración China o el Brexit, entre otros riesgos. ¿Son estos los principales riesgos a los que debemos mirar?
R: En realidad, con el nuevo año, seguiremos escuchando y tocando la misma música que en 2018. Los asuntos a lo que nos enfrentamos el año pasado no se han resuelto.
Así que para este año hay tres principales temas en los que creemos que deberíamos enfocarnos y presentarlos como riesgos u oportunidades.
El primero está centrado en el crecimiento, tal y como mencionabas, en concreto en EEUU y China. En EEUU creemos que el crecimiento se va a moderar por debajo de su potencial. Así que, honestamente, de cara a los próximos 12 meses, no esperamos ninguna recesión. Según nuestro modelo de predicciones, la posibilidad de que esto ocurra es del 20%. Así que sigue siendo un riesgo, pero es un riesgo de cola a tener en cuenta.
El segundo país al que debemos mirar con cuidado es a China. No sólo porque China es importante domésticamente, sino porque va a influenciar al resto de regiones. En particular, a Europa, si piensas en cómo nuestra región doméstica está orientada en las exportaciones. Creemos que China hará todo lo posible con el objetivo de apoyar el ciclo. Tenemos un objetivo de crecimiento del 6,2% en el PIB para 2019. Y desde el pasado verano, creemos que ha habido un cambio estructural en sus políticas.
En realidad, si miras lo que han estado haciendo en el último año en el lado monetario para una notable inyección de liquidez masiva, vemos que el banco central está asentando una política acomodaticia. Pero también en el lado fiscal se aplicarán medidas para su economía. Así que tienen un plan para hacer inversiones de infraestructura y creemos que serán capaces de apoyar el ciclo.
El segundo riesgo/oportunidad se refiere a los bancos centrales. Creo que el año pasado los mercados dijeron bastante claro en diciembre que no volverían a tolerar un endurecimiento de la política monetaria, así que ha habido un cambio en la actitud de la Reserva Federal.
Ellos van a depender de los datos. Y por datos nos referimos no sólo a los datos macroeconómicos, sino también a los financieros. Esperamos una subida de los tipos este año, no porque a ellos les preocupe el crecimiento doméstico de EEUU, sino porque les preocupa una desaceleración económica global en el mercado financiero.
Después, tenemos al Banco Central Europeo. Y nuevamente tendremos importantes reuniones ya agendadas y ya veremos si nos dejan algunos cambios en su retórica y en sus directrices. Pero creemos que, quizás, podrían iniciar algún nuevo TLTRO, estas líneas de crédito, sólo porque el actual va a vencer el próximo año. Pero los bancos necesitan posicionarse ya este año. Y esto puede ser clave para ellos a la hora de poner fin a los crecientes costes de financiación.
Y el tercer riesgo/oportunidad que vemos se refiere a la política. Creemos que la política dominará de nuevo el entorno global. Hay importantes plazos en Europa, con las elecciones europeas, los cambios en el gobierno del BCE, las elecciones en India… Veremos cómo evoluciona la situación de México y Brasil con sus nuevos líderes políticos.
Estos tres ingredientes van a interaccionar y, definitivamente, son los que darán forma a los mercados financieros e influirán sobre nuestras inversiones de este año.
P: Con todos estos frentes nos hacemos una idea de cuáles son vuestras perspectivas para este año. Usted ha mencionado a China… ¿Le preocupa realmente la desaceleración en China o cree que el país tiene los suficientes recursos como para seguir adelante?
R: Creo que merecería la pena identificar el largo y el medio plazo. En el largo plazo, lo que hace China es recalibrar su modelo económico para aumentar su crecimiento doméstico. Así que hablamos de un crecimiento más balanceado y sostenido donde la política no va a intervenir. Esto es en el largo, plazo, es lo que el presidente ha estado haciendo, centrándose en un crecimiento más equilibrado y sostenido en el largo plazo.
En el corto plazo, este 2019, tenemos un objetivo de crecimiento del 6,2% en el PIB, lo que significa que estas políticas para nosotros son creíbles para conseguir un crecimiento algo menor, porque China ha estado creciendo a doble dígito durante años, pero creemos que esto es mucho más sano y que las políticas aplicadas tendrán éxito.
P: Usted ha mencionado antes la recesión y ha dicho que cree que en los próximos 12 meses no tendremos una pero… bueno, es un riesgo, es un riesgo, pero no hay consenso sobre si la tendremos o no. Así que, en el corto-medio plazo, ¿usted qué ve?
R: Ya sabes, desde una perspectiva de inversión. A veces, las proyecciones económicas han estado rezagadas a la hora de identificar los puntos determinantes del ciclo económico, que está maduro.
Así que, antes o después, tendremos una recesión que podría ocurrir. Y el riesgo que debemos vigilar de cerca es el lado de los beneficios. Así que podríamos tener una recesión en el ciclo de los beneficios incluso sin una recesión económica. Miremos atrás, al 2014 y 2015. En este caso los beneficios entraron en recesión con los mercados reaccionando abruptamente, pero el crecimiento económico permaneció positivo. Así que quizás no es tanto el momento de centrarse demasiado en los fundamentales económicos, que son importantes, pero podrían estar rezagados, sino más en el ciclo de beneficios, en la economía real.
Tenemos datos trimestrales, una temporada que es muy importante porque las perspectivas que nos deja el sector corporativo pueden ser de más ayuda que si miramos y nos preocupamos por una recesión.
P: Y, si miramos a Alemania, por ejemplo, vemos que el país podría haber sufrido una recesión técnica si su PIB se hubiera anotado de nuevo un menor crecimiento. Pero muchas voces dicen que no sería realmente un problema si Alemania realmente llegase a esta recesión porque, bueno, hablamos de Alemania, que es la principal economía europea. ¿Cómo observa la situación alemana?
R: La situación alemana, tal y como la vemos nosotros, trata más de la debilidad que atraviesa el sector auto o el sector farmacéutico. Creemos que es más bien una gran desaceleración que además se está juntando con un periodo en el que también la política está débil en Alemania y también en la eurozona.
Si me centro en la perspectiva de Amundi y en su pronóstico, a nivel país, España es el que va a mostrar una mayor tasa de crecimiento y luego tenemos a Alemania, cuya tasa va a caer.
Es importante ver cómo va a reaccionar China, porque está muy orientada a la exportación y eso será muy relevante para el resto del mundo.
Si Alemania se va a desacelerar, quizás esto pondrá menos presión sobre el BCE. Así que quizás son buenas noticias.
P: Y ante este contexto, Mónica, como jefa de estrategia, ¿cuáles son las principales apuestas de Amundi en los mercados? ¿Dónde estáis invirtiendo?
R: Empezando por una evaluación amplia del riesgo, estamos siendo muy pragmáticos. Esto significa que nos estamos posicionando de forma muy táctica y siendo flexibles para movernos dentro y fuera de los mercados, que no es la forma en la que habitualmente quieres hacer el asset allocation. Pero éste es el mercado con el que estamos lidiando con una situación política y económica muy fluida.
Así que, volviendo a diciembre, vimos que el mercado se excedió en precios, en una desaceleración económica y en una recesión. Así que esto para nosotros fue un lavado en valoraciones y asentamos los niveles para otros más apetecibles. Para nosotros éste fue el momento para volver a los activos de riesgo, aunque de todos modos la exposición al riesgo está muy contenida, preferimos posicionamientos relativos a tomar riesgos direccionales.
Creemos que los mercados emergentes, incluido Japón, son el área que se va a beneficiar más de la escalada de tensiones por la guerra comercial. Ahí es donde nos hemos estado enfocando más. China e India en el lado de la renta variable, mientras que en cuanto al forex, a las divisas, en mercados emergentes, preferimos aquellos países en los que hay menores vulnerabilidades. Nos gusta el rublo en Rusia, el real brasileño, son ese tipo de selecciones. La selección es lo que nos dará inversiones más jugosas.
Además de esto, estamos posicionados para el empinamiento de la curva de tipos de EEUU, estamos cortos en el bund alemán, jugando tácticamente en España, Portugal.
En crédito, nos gusta la inversión en la zona euro y tenemos un objetivo en el petróleo en un rango de 60-65 dólares por barril. Puede haber más espacio en el high yield estadounidense, pero ahí debes ir con cuidado porque la exposición de apalancamiento al sector corporativo de high yield puede darnos algún dolor de cabeza.